Política nacional. Leyendo los diarios.
¿Que les pasó?
Cambios sorpresivos en algunos analistas políticos de los muchos que Dios nos dio.
Ultimo momento: En su última participación en su columna de Perfil, Alfredo Leuco no utilizó en su textos los vocablos derrota y paliza. El extraordinario fenómeno se produjo ayer sábado 20 de marzo por primera vez desde las elecciones de junio del año pasado.
En efecto, su folk texto Las achuras y los achurados, don Alfreco Leuco no utilizó sus vocablos preferidos -derrota, paliza-, que utilizó una y otra vez desde las elecciones del 28 de junio del año pasado. Fuentes cercanas a la choripanería donde Alfredo Leuco para dos o tres veces a la semana por un tentenpié, relataron que don Alfredo había escrito un texto en el cual sus sustantivos preferidos estaban incluidos pero que al hacérselo leer al parrillero Ginés, éste le hizo notar que no era una semana prudente para hablar de derrotas, razón por la cual el fino analista rehizo su texto.
Este blogger se devanó lo' seso' durante todo el sábado para encontrar alguna explicación a tan extraño comportamiento de Alfredo Leuco y no encontró respuesta alguna.
Finalmente la Negra, quien suele estar más atenta que yo para encontrar la punta del ovillo, me dijo: Mirá, leéte el artículo de Horacio Verbitsky de hoy.
Lo hice, y, en efecto, empecé a hallar algún tipo de explicación al anómalo comportamiento de don Alfredo Leuco.
La nota de Horacio Verbitsky, titulada El parto, no tiene desperdicio. Su lectura no es sólo recomendable: es imprescindible.
En efecto, su folk texto Las achuras y los achurados, don Alfreco Leuco no utilizó sus vocablos preferidos -derrota, paliza-, que utilizó una y otra vez desde las elecciones del 28 de junio del año pasado. Fuentes cercanas a la choripanería donde Alfredo Leuco para dos o tres veces a la semana por un tentenpié, relataron que don Alfredo había escrito un texto en el cual sus sustantivos preferidos estaban incluidos pero que al hacérselo leer al parrillero Ginés, éste le hizo notar que no era una semana prudente para hablar de derrotas, razón por la cual el fino analista rehizo su texto.
Este blogger se devanó lo' seso' durante todo el sábado para encontrar alguna explicación a tan extraño comportamiento de Alfredo Leuco y no encontró respuesta alguna.
Finalmente la Negra, quien suele estar más atenta que yo para encontrar la punta del ovillo, me dijo: Mirá, leéte el artículo de Horacio Verbitsky de hoy.
Lo hice, y, en efecto, empecé a hallar algún tipo de explicación al anómalo comportamiento de don Alfredo Leuco.
La nota de Horacio Verbitsky, titulada El parto, no tiene desperdicio. Su lectura no es sólo recomendable: es imprescindible.
o0o
Bueno,bastante prudente de su parte. Me parece...
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