sábado, 13 de marzo de 2010

678 en Plaza de Mayo.

Apostillas.

6, 7, 8 convocó una multitud
contra-destituyente en Plaza de Mayo.


Nadie resiste un archivo. Es ésta una verdad tan redonda cuando se aplica a la mayor parte de nuestros dirigentes políticos, que ha posibilitado, mediante el uso inteligente del archivo, que un programa de televisión se convierta en un fenómeno social, en un boom.

678 es impiadoso con los políticos de la oposición. Y esa tarea es esclarecedora. Ésa y no otra es la razón por la cual el programa y sus conductores hayan sido objeto constante del vituperio de los periodistas del establishment.

Al encender el tiramerdi contra lo que ellos creen que se trata nada más que de un programa de televisión, los periodistas del establishment se permiten sostener la ilusión de que le pegan al Gobierno, a un productor de televisión, a una media docena de colaboradores del programa. La movilización de anoche -miles de personas en Plaza de Mayo autoconvocadas por Facebook 678- demostró algo que ellos ni siquiera sospechaban: cuando encienden el tiramerdi contra el programa de televisión, lo único que logran es arrojar los vómitos del sistema mediático que los sostiene sobre nada menos que una buena parte del pueblo. Y esto al pueblo, a ninguna de sus partes, no le gusta. Y el efecto que producen es, como se ve, el contrario al buscado.

Es fácil para esta caterva de escribas a sueldo tirar la sospecha del chori y la coca sobre el militante sindical o político. Meten la muletilla, que la gilada repite como loros, y se quedan tranquilos. Así, por ejemplo, convierten el extraordinario acto de Ferro el jueves último en un trámite burocrático sin importancia.

Pero para el acto de anoche no tienen argumento alguno inventado. Se dieron cuenta, de súbito, que lo que estaban haciendo con sus críticas baratas contra 678 no era sumar argumentos contra el Gobierno, sino sumando adherentes al gobierno de Cristina Fernández. En pocas palabras, anoche los livianos críticos de 678 sufrieron las consecuencias de mear contra el viento, de escupir para arriba.

Los archivos son implacables. Contra eso, la mentira no puede; Ante los archivos, las parrafadas de hoy, destinadas a provocar daño amparados en el recurso del inmediato olvido, son recuperadas mañana para probar el ejercicio de la mentira.

En fin. Un acto extraordinario. Extraordinario por el éxito de la convocación, que fue a través del Facebook. Extraordionario por la propia chispa convocante, un programa de televisión. Extraordinario, también, por la relación adherentes a la página (70000 personas en todo el país) y presencia física en la Plaza (entre 5 y 6000 personas) ¿Una nueva forma de militancia? Es muy probable que sí.




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