domingo, 14 de noviembre de 2010

La semana política. Domingo 14/11/10

Bitácora del ciudadano de a pie. La semana política. domingo 14/11/10


"Si no denunciábamos, perdíamos la votación"

¡Qué embole, padre!


Lo que este ciudadano de a pie ha léido, visto y óido durante la semana que ayer finalizó, le permite hacer un comentario escueto, que alcanza para caracterizar la política nacional en estos días que corren. El comentario es el siguiente: La política nacional se ha caracterizado, esta semana que transcurrió, por la utilización -¡otra vez!- del recurso de la "novela Sadous" por parte de Clarín. Culebrón intrascendente destinado a entretener a todo el pelotudaje nacional que pulula por estas pampas argentas. Y, por supuesto, Magnetto que da la señal y todos los patitos se ponen en fila. Elisa Carrió a la cabeza.

Están derrotados, es verdad. Y son inofensivos, también es verdad. Pero son muy molestos. La Negra dice que son una caterva de hijos de puta, pero la Negra no tienen filtro en ciertasa cuestiones (sobre todo en las de género).

No se puede comentar mucho más. Con este culebrón que lleva la marca Magnetto en el orillo estarán una semana más, y eso es todo lo que la oposición tiene para ofrecer. Tengo para mí que la semana que se inicia les resultará menos ruidosa (menos favorable para ellos) que la que pasó, ya que la presencia de Cristina Fernández en el país podrá ayudar a poner las cosas en su lugar, aunque más no sea que por la vía del contraste: En efecto: LA CUALIDADES MORALES, DE INSTITUCIONALIDAD, INTELECTUALES Y AUN PERSONALES DE CRISTINA FERNANDEZ ESTÁN TAN POR ENCIMA DE LAS DE CUALQUIERA DE LOS POLÍTICOS DE LA OPOSICIÓN QUE -FRANCAMENTE- ES UNA SUPERIORIDAD QUE APABULLA.

Los tipos parecen no darse cuenta, pero cada nueva aparición pública de cada opositor no le suma, sino que le resta. El grotesco, el ridículo, la limitación intelectual, el desequilibrio emocional, el patetismo en el político es algo que el ciudadano siente a nivel de piel. No se puede creer, sinceramente, que tengamos dirigentes políticos como Mauricio Macri. O como Ricardo Alfonsín. O como Lole Reutemann. O como Elisa Carrió. O como Patricia Bullrich. O como Claudio Lozano. O como Fernando Ezequiel Solanas. Y siguen las firmas. Ignorantes, ramplones, oportunistas, desequilibrados emocionales, híperlaxos, resentidos, odiadores. "Si no denunciábamos, perdíamos la votación", dijo sin ponerse colarada Patricia Bullrich, dejando una muestra acabada de estupidez operativa.

Todas estas maniobras destituyentes (las más peligrosas fueron las de julio de 2008 y la de enero de 2010) no tienen hoy posibilidades de éxito y son expresiones, en realidad, de una debilidad creciente de la oposición. Así que, aquellos que hagan de la militancia un credo, tendrán que moverse en estos días. Para nosotros, los simples observadores de a pie de todo esto, será un embole. Ya sabemos cómo seguirá y en qué terminará. Un verdadero embole.


Alfredo Arri.


o0o

domingo, 7 de noviembre de 2010

Cristina: primera dama, senadora y "presidente consorte"

Hemeroteca.

Reportaje de Clarín a Cristina Fernández en 2003.



He aquí un fragmento de un reportaje que Clarín le hizo a Cristina Fernández en París:

— ¿Cómo es Kirchner?

— Unico e irrepetible (se ríe).

— ¿Es un cascarrabias?

— No, qué va a ser un cascarrabias. Tiene un sentido del humor... Yo nunca podría estar con un hombre que no tuviera sentido del humor. Amo que me hagan reír. Y es un hombre con muchas convicciones, no le tuercen la mano.

— ¿Usted se pelea con él?

— Ufff. Terrible. Suele temblar el mundo cuando nos peleamos (carcajadas).

— ¿Se pelean por las decisiones políticas?

— Noooo... Soy capaz de pelearme porque él quiere ir un lado y yo quiero ir al otro. O por Florencia, porque él dice que haga una cosa y yo digo que no.


fuente: Clarin, Los palos nunca solucionan nada.


El reportaje completo en el enlace.

Tambien se dice en esa nota, firmada por María Laura Avignolo:

Fue ovacionada en el Salón Clemenceau del Senado francés y elogiada por el profesor Alain Touraine. En su debut en París y sin leer, la primera dama y senadora Cristina Fernández de Kirchner sorprendió a los que fueron a escucharla en el Observatorio Académico de la Argentina, con su poder de oratoria.

En su exposición "Perspectivas y retrospectivas de la vida política en la Argentina", la senadora afirmó que el día de la asunción del gobierno de su marido había finalizado un ciclo histórico que se inició el 24 de marzo de 1976.

No quiere ser considerada "presidente consorte" y se define sólo como un "cuadro político". Y le molesta que se describa su ropa, aunque es cuidadosa de su aspecto.

Altri tempi.
o0o

La semana política. Domingo 07/11/10

La semana política. Domingo 7 de noviembre de 2010.

Semblanteo.


Si hubo algo que caracterizó la semana política que acaba de finalizar, ése hecho fue que no hubo argentino que no hubiese sentido curiosidad de echar una mirada sobre Cristina. Los eficaces medios audiovisuales le dan al curioso la posibilidad de semblantear al personaje de una forma más fina que el ciudadano que, en vivo y en directo, es decir en el mismo acto en el que actúa el personaje -la Presidenta en este caso-. Ver a la Presidenta a cincuenta metros no es lo mismo que ver su rostro en los primeros planos que da la tele. La vibra tal vez pudiera ser menor para el espectador mediático, pero el semblanteo...

Y muchísimos quisimos, esta semana, semblantear a la presidenta.

Semblantear es un verbo genuinamente americano y es insustituible en este caso. El Diccionario de la Real Academia lo ha incorporado con una precisa definición: Mirar a alguien cara a cara para penetrar sus sentimientos o intenciones. Ni siquiera es necesario forzar el significado de la expresión "cara a cara" para aceptar la correcta definición del verbo -de la acción- y su aplicabilidad en este caso.

¿Por qué medio país, o más de medio país, estaba tan ansioso por semblantear a Cristina Fernández esta semana, como nunca lo había querido antes? Pues sencillamente porque había llegado la hora de ver con nuestros propios ojos si nuestra Presidenta era la "presidenta coraje", tal como tantas veces la había definido en público Néstor K, o si era una mujer a quien el dolor había quebrado, como a tantas y tantos que son tocados por esa puta y azarosa circunstancia trágica de la muerte.

Su primera aparición pública fue el lunes 1 de noviembre, en un breve mensaje grabado, destinado a ser difundido por cadena nacional. En él, Cristina Fernández agradeció a todos aquellos que de un modo u otro le habían hecho llegar sus condolencias. A pesar de lo breve del mensaje hubo la oportunidad de introducir dos conceptos de valor político, es decir, que iban más allá de lo formal. El primero fue el agradecimiento especialísimo a la juventud militante, lo cual es una definición política; y el segundo fue la terminante aclaración: No es éste el momento más difícil de mi vida; es el más doloroso. Ayer sábado 6, en su programa de radio, Eduardo Aliverti tradujo al lenguaje de barrio esas palabras: estoy hecha mierda, pero sigo de pie y entera.

Como se ve, en esa primera ocasión, el ciudadano de a pie tuvo más oportunidad de reflexionar a partir de las palabras presidenciales que de semblantear a la persona. Los estragos del dolor estaban a la vista.

Después hubo una serie de actos de la agenda, en distantes puntos del país. Ahí sí, el ciudadano de a pie pudo semblantear a la presidenta y del semblanteo sacar la conclusión de que Cristina Fernández sigue entera, dolorida, pero lúcida, y decidida a continuar, al menos, con el gobierno.

Una muy importante cantidad de ciudadanos de a pie fantaseamos, además, con que Cristina se presente para la reelección. Pero eso es exigir demasiado de una persona por quien, además, se la tiene en buena estima. Más sabia -cínicamente sabia- ha estado Elisa Carrió, quien le acaba de aconsejar a la Presidenta que haga su duelo, algo que en sí mismo lleva sus tiempos. Que ella, en caso de hallarse en lugar de Cristina, Lilita dixit, dejaría el gobierno en manos de su jefe de gabinete por unos días. Más ambiciosa en sus fantasías estuvo Margarita Stolbizer para quien lo mejor que podía hacer Cristina era llamar a un gobierno de transición, o algo así. Claro, hay una diferencia entre estas dos dirigentes mujeres: Carrió apela hipócritamente a la salud mental y espiritual de la presidenta; Stolbizer, en cambio, parece decir que, muerto Néstor K, Cristina quedó como descerebrada. Las dos le tienen a ella el miedo que le tenían a él. El miedo que da la superioridad apabullante, inalcanzable del otro.

En los actos públicos, por otra parte, Cristina no deja de mencionar a Néstor K, llamándolo "él". Ese reflejo -¿recurso?- no es bueno. Si es por dolor, sería como confesar que éste afea el cacumen ni bien aflora la emoción. Si es por especulación... bueno, si es por especulación, sería francamente condenable.

En resumidas cuentas: a esta altura de la soirèe no estamos en condiciones de afirmar, los ciudadanos de a pie en actitud contemplativa y semblanteadora, si Cristina Fernández es, en definitiva, la "presidenta coraje", o definitivamente no lo es. Habrá que ver. Los deseos pegan más que lo' anali' de la realidá.

Y nadie está exento a ello. Los super-analistas políticos con firma registrada en los diarios del poder, tienen opinión dividida. Para Alfredo Leuco, está por verse. Tal vez se retire. Muerto uno y retirada la otra, volverá la paz a la patria sojera. Para Joaquín Morales Solá, Cristina se presentará a reelección y será tan molesta (peligrosa) como su finado cónyuge.

Leamos párrafos de estos dos pendolistas:

Un proyecto está en marcha. Cristina Kirchner optará por la reelección si las cosas le salen bien. (...) La calma es una extraña constatación, pero es sólo una apariencia. Un viejo peronista decía que nada cambiará porque nada cambió. Siguen allí Moreno, Boudou, Timerman, hasta el resucitado Ricardo Jaime y, sobre todo, la crispación. Ellos y los modos kirchneristas son los que habían empujado al Gobierno hasta el fondo de las encuestas. La propia Cristina Kirchner sacó también a pasear su carácter en los últimos días, no bien se repuso. Dura e implacable. Ni siquiera se descarta que ella avance con nuevas decisiones que afectarían la libertad de prensa. La muerte puede cambiar la vida, pero no cambia a los que viven.

joaquin morales sola, lanacion.com. domingo 7/11/10
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1322527



La fotografía muestra a la Presidenta más fuerte que nunca. Eso no significa que se pueda dar por segura su victoria en los comicios de 2011.

No se trata de un hecho inmodificable. Falta un año. Hay que ver la película completa. ¿Qué pasa si Cristina acepta el ruego de su hija Florencia y se repliega a la vida familiar después de entregar el bastón de mando al futuro jefe de Estado? ¿Es irracional pensar que tome esa determinación después de haber logrado lo que ningún matrimonio logró en la historia argentina, al llegar ambos a la conducción del Estado por el voto popular? ¿A qué más puede aspirar Cristina después de haber perdido a su compañero de toda la vida y con el que gobernó durante ocho años? ¿Será cierto que mientras cocinaba en su nueva casa, su hija le reclamó más presencia materna y hasta la invitó a que en 2011, con el deber militante largamente cumplido, se fuera a vivir a Nueva York con ella? Sus amigos de Río Gallegos dicen que hay que prestarle atención a la frase: “Mi vida cambió para siempre”. En las tribunas se refiere a la muerte de “él”, porque se le estruja el corazón cuando lo nombra y evita decir que se fue el padre de sus hijos porque no puede contener las lágrimas. Cristina fue diputada y senadora nacional durante muchos años y eso la mantuvo lejos de su hogar.


alfredo leuco, perfil, 5/11/10
http://www.perfil.com/contenidos/2010/11/05/noticia_0032.html

Como se ve, las conspicuas plumas del establishment también, o confunden deseos con realidad, o siguen padeciendo el miedo, que les impide el buen pensar.

Lo único cierto de esta semana que terminó, es que tanto los analistas como los políticos de la oposición están tan desorientados que no saben qué trole hay que tomar. Y esto es grave, porque los últimos necesitan de los argumentos de los primeros para funcionar. Bueno, en realidad las cosas no son así. Es decir, no deberían ser así. Lo son transitoriamente porque a la inmensa mayoría de los miembros de nuestra clase política hoy militante en la oposición, no les funciona el cerebro. Leves o graves ACV provocadops por el odio les ha impedido pensar en estos últimos tres años; y ahora no saben siquiera cómo recuperar la herramienta del buen analizar.

La inmensa mayoría de los políticos opositores apenas si han comenzado a recuperarse de un desgraciado ACV. Algunos saldrán sin secuelas. Otros, en cambio...



Alfredo Arri.

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martes, 2 de noviembre de 2010

Juventud militante o subversivos?

Las palabras y las cosas. Lengua a la boludeta.

La juventud militante, o la juventud
"combativa e ideologizada".



Hay construcciones eufemísticas que no tienen desperdicio, en cualquier sentido que se las tome. Por ejemplo, ¿qué construcción eufemística crearía usted para referirse a la juventud militante, a esa juventud que sale a la calle, pinta paredes, pega carteles, concurre a actos, discute de política, cuestiona todo, etc, etc.? ¿Subversivo? ¿portador de ideologías foráneas? Y... no: quien a esas antiguallas recuriera, quedaría como un desubicado. Hay que esforzarse un poco más para hallar otra expresión. La inventa, más elegante, o la toma prestada.

Por ejemplo, Jorge Fernández Díaz, columnista de La Nación, eligió esta expresión para referirse a la juventud que milita en diversos partidos, incluyendo a los seguidores del kirchnerismo: "juventud combativa de la clase media ideologizada."

Juventud combativa de la clase media ideologizada. Es extraordinario. No sólo por la ingeniosidad sino por el carácter esclarecedor que la expresión conlleva en sí misma. En efecto: lo contrario de juventud combativa es una juventud conformista, entregada, apática, anómica. Por su parte, lo contrario de juventud ideologizada es juventud sin ideología, o desideologizada, consumidora de cualquier dormidera de ésas que vende la televisión, tales como hacer huevo todo el día, o regodearse (es un eufemismo, of course) con los culos que muestran las sucesivas ediciones del Bailando... Esa juventud desideologizada, entregada, recogida en sus quintitas territoriales, ésa es la que temen perder estos fulanos que no quieren hablar de "juventud militante" sino de "juventud combativa ideologizada." Les costó treinta años de embrutecimiento cultural acorralar a los jóvenes a la anomia, en la desesperanza, en el egoísmo, y ahora viene este Kirchner a abrirles los ojos. Pero. ¡será de Dios!

Lo más extrardinario de todo que surje cuando uno se pone a analizar todas estas perlitas retóricas, son las paradojas que ese discurso desnuda. Por ejemplo: según el lenguaje del columnista de La Nación, Mariano Ferreyra sería un joven combativo de la clase media ideologizada, mientras que sus matadores pertenecerían a la juventud que no sería, ni combativa (actúa por la paga), ni ideologizada (le da lo mismo disparar hacia el norte que hacia el sur). Los jóvenes como Mariano Ferreya serían peligrosos. Formaría parte de una "grey belicosa". En cambio los otros, no. Los otros han estado toda la vida ahí y nunca los han jodido (a los dueños del poder).

Por último, hay en la expresión del señor Fernández un dejo de prejuicio social: ¿Sólo los miembros de las clases medias pueden "ideologizarse"?

Alfredo Arri

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