viernes, 12 de marzo de 2010

El Senado, Marcó del Pont y los votos díscolos de "la oposición."


Política nacional.

El caso Marcó del Pont y una singularidad
a la que debería prestársele atención.


Como los medios que abordan los hechos del día de la política nacional lo hacen subrayando lo accesorio, tal como votos y porotos, dimes y diretes, sospechas y acusaciones, pronósticos y ratificaciones de finados pronósticos, yo lo haré desde lo principal. No porque no le dé importancia a lo accesorio. La tiene. Pero está bien cubierta por el periodismo. Así que yo, la miro desde otro ángulo, el del ciudadano de a pie que observa y dice lo que ve.

El tema del día ha sido, claro está, el escopetazo que lanzó el ex Presidente de cuatro días y sus asociados contra Mercedes Marcó del Pont en el Senado y que, como es fama, resultó ser un escopetazo que escupió sus perdigones... por la culata. Las causantes del traspié: dos senadoras. Roxana Latorre por Santa Fe y María José Bongiorno por Río Negro.

Ése fue el hecho político del día que, como es fama también, pegó fuerte en la opinión pública que lo mira por tevé. Y si no, que lo digan Franco Salomone y Lorena Maciel.

Las plumas y las voces zaheridas por la novedad saltaron como fieras: el ya usado hasta el hartazgo argumento del chori y la coca salió a relucir otra vez, y van...

Una digresión: El argumento del chori y la coca y sus sutiles variantes o sus eufemísticas formas ya había sido anticipado por una periodista en los días previos a lo que ayer sucedió, perro erró el vizcachazo. Escribió anteayer Gabriela Granata para cerrar su texto en Crítica...:

El Gobierno se encontró de nuevo en un pantano y decidió ganar tiempo. El DNU no será rechazado en el Senado, pero la ley es difícil que pase por Diputados. Bonus track: la fractura del frente opositor. Falta saber qué ganó Verna, además de protagonismo.

Fuente: Gabriela Granata. Negociar en el pantano.


Falló la periodista. El bonus track saltó por otro lado. Digresión aparte, sigo:

Como decía, la senadora Roxana Latorre fue objeto, una vez más, de todas las diatribas imaginables. El chori y la coca fue la más blandida entre la gilada que agolpa (agolpamos) los sótanos de las versiones online de los grandes diarios. Alguna pluma con firma también recurrió a la acusación chusca, pero con sutilezas, claro. Los más prudentes evitaron esa diatriba pero le mandaron otra más suaves: traidora para Luis Ventura, descuidada por un Carlos Reutemann que no la supo contener para Morales Solá (¿depechada, habrá querido decir?) y siguen los textos.

Con la senadora rionegrina fueron más moderados: ex socia de Pichetto, o la hijo pródigo que regresa a la casa paterna después de cambiar sus derechos por un plato de lentejas. Lo de las lentejas no lo dice Luis Ventura, pero está en la leyenda bíblica que eligió.

En todos los casos, si se lo mira bien, está latente la condición de género. Flota por ahí el prejuicio machista tan arraigado en nuestra sociedad. A nadie se le ocurrió tomar por buena la explicación más sencilla: tanto la una como la otra son políticas que votan en cada caso según sus convicciones. Ésta me gusta y voto a favor; esta no me gusta y voto en contra.

Sólo Mario Wainfeld, en su columna de hoy en Pagina/12 se aventura a tocar el tema del género, aunque, también erra, me parece, el vizcachazo:

Si la prospectiva inaugurada ayer se confirma, habrá una titular de perfil novedoso para el Banco Central, hecho promisorio por donde se lo mire. Dos mujeres le dieron una mano inesperada, el cronista no exagera con las hipótesis de solidaridad de género... pero quizá no haya sido pura casualidad.

Fuente: Mario Wainfeld: Otra vuelta de tuerca.

La solidaridad de género no es un ningún argumento, claro; y como motivación volitiva no es una virtuosa, al menos para tomar decisiones de la importancia de la que se tomaron ayer.

Pero yo sí creo, estoy convencido, que la cuestión de género está latente en este caso y la quiero considerar. No porque hubiere solidaridad de género entre las senadoras y la candidata, sino por algo más simple y más valioso:

Tal vez ha llegado la hora de que admitamos la posibilidad de que, dados los actores que directamente están involucrados al menos en este episodio de la política nacional -Cristina Fernández, Mercedes Marcó del Pont, Roxana Latorre, María Bongiorno-; dados estos actores en este episodio, decía, quizá ha llegado la hora de admitir una esperanzadora posibilidad que haga simple toda explicación: las mujeres comienzan a dar pruebas de que, en política, tienen más coraje, más firmeza y más independencia que muchos hombres y, como quedó patentizado para toda la población en el caso de la expuesta titular del Banco Central, sobrada capacidad e inteligencia.

Está bien que la media de la inteligencia y capacidad del colectivo masculino contra el que payó Mercedes Marcó del Pont en el Congreso no es lo mejorcito de nuestro gremio varonil, pero... el pueblo observador observó y sentenció: se los metió a todos en el bolsillo en la payada interrupta.

Por supuesto, la sociedad machista se resistirá a morir. Y cuando más expuesta quede esa sociedad machista, más desaguisados cometerá a la hora de referirse a las amenzantes mujeres del poder. Crítica de la Argentina, por ejemplo, no tiene ningún prurito en estampar en sus páginas, una y otra vez, en lugar de Mercedes Marcó del Pont, el más familiero Mecha.

Para referirse a quien probablemente asuma definitivamente la titularidad del Banco Central de la República Argentina como la Licenciada Mecha, hay que tener, o mucha mala leche, o miedo pánico a ya sabemos qué.


Alfredo Arri.

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