jueves, 20 de mayo de 2010

La Comisión de Finanzas y José Sbatella.

Bitácora del ciudadano de a pie. Corrupción. Caso Arbizu.

José Sbatella, titular de la UIF,
apretado en la Comisión
de Finanzas de Diputados.



Desde hace unos pocos meses se encuentra al frente de la UIF José Sbatella. Este funcionario reemplazó a Rosa Falduto. La UIF, creada en 2002 no produjo ningún hecho positivo desde entoces. En medios periodísticos se insiste, desde hace meses, que la entidad recibirá una mala calificación de la GAFI, el organismo internacional encargado de calificar a los entes nacionales que se encargan del seguimiento del lavado del dinero. A pesar de que el gobierno le ha hecho saber a la GAFI los cambios habidos desde febrero de este año y, en ese sentido, espera que ese informe anual no resulte tan crítico, los principales medios hostiles al Gobierno insisiten en que sí lo será. Habrá que esperar hasta que se produzca el informe lo cual podría suceder, según esos mismos artículos periodísticos, a mediados de octubre.

Recién en 2008 se dictó un decreto (226/08) por el cual se habilita a la UIF para que intervenga en calidad de querellante en los procesos en los que se incluyan operaciones de lavado. Así las cosas, José Sbatella logró que la UIF fuese aceptada como querellante en causas resonantes: la que originó la denuncia de Hernán Arbizu, que tramita por el juzgado del doctor Torres, y dos investigaciones derivadas de la causa de la efedrina, que tramita el juez Oyarbide. El ingreso de la UIF en calidad de querellante en la causa Arbizu no fue de una, para decirlo en criollo. Pero, finalmente el organismo ingresó en la causa, tras una resolución de segunda instancia, a la que se vio obligada a recurrir el organismo rechazado por el juez Torres. En este modesto blog se dio cuenta de esa circunstancia en entrada del 25 de marzo, La UIF insiste en estar en la causa Arbizu, y en otra entrada del 29 de marzo, La UIF busca que se exhorte a la justicia de Estados Unidos. Finalmente, en otra entrada de mayo de este año, se dio cuenta en este blog que el PEN tiene el propósito de presentar un proyecto de ley que considere autónomo el delito de lavado de dinero.

En este modesto blog, pues, se ha puesto la mira, tanto en el organismo que preside José Sbatella como en sus acciones. Las razones para este seguimiento son pocas, pero interesantes para que el ciudadano corriente pueda evaluar el comportamiento del gobierno en este punto tan sensible a tantos intereses diversos como es el delito de lavado de dinero. En otras palabras, la naturaleza del delito en sí mismo, los actores que podría abarcar (desde narconegocios hasta evasiones por parte de grandes empresas, ameritan la curiosidad. Y, ¿por qué no?, para seguir de cerca cómo la juega el Gobierno en este tema.

Hasta aquí los escasos antecedentes del caso que se pueden conseguir desde la modesta posición de observador, es decir, de ciudadano que debe informarse de diversos aspectos de la política nacional sin tener otras fuentes que las que proveen los medios de información.

Ahora bien: Resulta sumamente interesante ver el tratamiento que de este tema hacen los medios. Ayer, dos diarios nacionales -Página/12 y Clarín- dieron cuenta del paso por la Comisión de finanzas de Diputados que hizo el titular de la UIF. Ya desde el título de ambas notas se pone en evidencia la forma diversa de presentar un mismo tema al ciudadano lector. Clarín titula: La oposición denuncia la utilización política de la lucha contra el lavado, mientras que Pagina/12 lo hace así: Apunten al autolavado. Clarín no informa para qué estaba allí Sbatella. Página/12 perece sugerir que fue a presentar una iniciativa, un proyecto de ley.

Sigo: Para Clarín, en un momento del artículo se asegura: Sbatella "deslindó responsabilidades en la administración anterior, a cargo de Rosa Falduto, quien se negó a impulsar una investigación contra el grupo Clarín y por eso fue echada."

Nótese que en la oración no hay utilización de modos condicionales, sino que es afirmativa. Según el diario, pues, Sbatella fue designado con el fin de intervenir como querellante en la causa Arbizu, "que intentó involucrar a accionistas de Clarín". Otra vez, la elección del tiempo verbal no deja lugar a dudas: Clarín afirma que Sbatella está donde está para intentar involucrar a Clarín en delitos de lavado de dinero. Para Página/12, en cambio, "Dentro de esa causa, también se investiga al Grupo Clarín por haber realizado una oferta pública de obligaciones negociables, a partir de una valuación inexacta de su compañía (caso Arbizu - JP Morgan). Esas acciones fueron adquiridas por las ex AFJP."

Interesante es leer, también, que si bien la sesión en la Comisión que preside Alfonso Prat-Gay fue secreta a pedido de José Sbatella, el diputado de la Coalición Cívica dijo, al referirse a esas tres causas: "Las causas en las que participa como querellantes tienen una connotación política gigantesca y no hubo buenas explicaciones de por qué una unidad para transparentar se puede estar transformando en una para presionar" (Clarín) La frase en sí misma es incomprensible, ya que lleva implícita la necesidad de la existencia de una pregunta previa, que pudo haber sido formulada en estos términos: Esas causas en las que ustedes son querellantes tienen una connotación política gigantesca, ¿no debería interpretarse que el hecho de que estén en ellas es una forma de presión por parte del PE a los grupos económicos que estan involucrados?

Esto es francamente estúpido porque las causas son causas, es decir, existen como tales y el papel de la UIF en ellas es la de querellante, no de promotor o demandante. La sospecha de que la presencia de la UIF en esas causas es para presionar, desde el Ejecutivo, a las empresas involucradas en las mismas, lleva implícita la idea de que el PEN presiona sobre los jueces que las llevan. Carece de sentido. O bien podría interpretarse ese reproche como una tonta observación de lo obvio: dentro de una causa, el papel del querellante es presionar en la causa. Pretender que un querellante en una causa deje que se le escape la tortuga, seamos francos, es estúpido.

Más sentido tienen otras preguntas que al parecer sí le hicieron a Sbatella, tales como ¿Por qué no intervienen en causas como la de Antonini Wilson, o Skanka? No se entiende muy bien si lo que Prat -Gay quiso decir es que la UIF debería estar en todas, o no debería estar en ninguna. Más explícito habría sido el diputado Federico Pinedo quien, según Página/12, habría sentenciado que al meterse en esas causas (Arbizu), “El Estado se involucra mucho en los asuntos privados”.

El problema es, diputado Pinedo, que los ciudadanos de a pie tenemos la sospecha de que es, precisamente, en los llamados "asuntos privados" el ámbito donde se llevan a cabo las maniobras de evasión fiscal, lavado de dinero y otros delitos por el estilo. ¿Dónde, si no? Aun para los casos de corrupción en la administración pública, es fácil imaginar que el blanqueo de los dineros mal habidos se realizan a través de bancos, estudios jurídicos, estudios contables, etc., sitios en los que la materia prima de sus negocios es, precisamente, los "asuntos privados".

De todas maneras, la diferencia entre la corrupción en la administración pública y las maniobras de lavado de dinero en empresas privadas es el monto. La primera maneja las cifras del chiquitaje (además, siempre en complicidad con los privados), mientras que la otra maneja sumas apenas inimaginables para el ciudadano corriente, sumas que pueden afectar el bienestar general por muchas décadas. Está bien que el criterio de significatividad no opera en el Derecho, pero sí opera en el sentido común. Y el apelar al sentido común es una de esas putas costumbres (para decirlo a lo Cacho Castaña) que tenemos los ciudadanos de a pie.

Hablaré con franqueza: la prisión de un ministro coimero no conmueve la vida de nadie en estos sencillos barrios del tipo común. Lo que nos conmovería hasta las lágrimas de felicidad es ver tras las rejas a unos cuantos ladrones de guante blanco. ¡Y ni qué hablar el día que los gobiernos decidan emplazar a ciertos islotes, republiquetas o monarquetas de juguete para que cierren sus paraísos fiscales, bajo pena de invasión! ¡Ah, ese día sí: celebraremos con chori y champán!

La nota de color: en su nota, Clarín dice: "José Sbatella por momentos se sintió acorralado", Tanto, que "repetidas veces, sacó un pañuelo para secarse la cara y la frente". Como diría el recordado Adolfo Castello: ¡Doctor Freud!

Las notas de referencia están aquí:

CLARIN.
PAGINA/12.

Nota relacionada: EL LITORAL. El Litoral, directamente acomodó la nota a su gusto. Al menos la firmó, como La redacción de El litoral.
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