viernes, 7 de mayo de 2010

Grecia, el euro, el sistema financiero y Dios.

La crisis europea. En las vísperas, días de furia. Grecia, el euro y Dios.

La verdad de la milanesa: De lo que se trata
es de salvar al sistema financiero internacional,
a cualquier precio.




La crisis financiera internacional, de larga gestación aunque expuesta a la crítica popular mundial recién a partir de setiembre de 2008, ha iniciado otro capítulo más. La Unión Europea, y los bancos europeos, hacen todo lo que esté a su alcance para evitar la debacle del euro. En Europa, todos apuestan a la superación de la crisis, pero muchos sospechan de que no será posible tal superación. Grecia está quebrada y la acción combativa del pueblo griego muestra a las claras que las medidas de ajuste, destinadas a salvar de la quiebra generalizada a los bancos, será muy difícil de llevar a la práctica. Los tiempos han cambiado; ha corrido mucha agua bajo los puentes en los últimos veinte años y un discurso demasiado repetido por los dirigentes ya no logra calar hondo en la voluntad de los pueblos. La verdad de la milanesa en la crisis griega es que la mayor parte de la deuda soberana de ese país tiene por tenedores de títulos a los bancos europeos y son los bancos europeos, pues, quienes están, en verdad, en serio riesgo de caer. Agarrate Catalina.

Leo en Cinco Días:

El sector bancario es la víctima indirecta de la crisis de deuda soberana (sic) y esta semana está sufriendo un importante castigo por parte de los inversores. En España, Santander y BBVA han caído en torno a un 15%, y sus CDS (seguros de impago de deuda) se han disparado más de un 60%.

La publicación ayer de un informe de Moody's advirtiendo del posible contagio del riesgo soberano a los bancos privados, importantes tenedores de deuda periférica, impulsó un día más las ventas de los inversores.

El Santander perdió ayer un 4,59%, y en la semana acumula un 14,52%, a pesar de los buenos resultados trimestrales presentados el jueves pasado. Los analistas mantienen al banco presidido por Emilio Botín entre sus favoritos y en su mayoría recomiendan comprar, de manera que la caída en Bolsa ha elevado el potencial medio de la acción hasta el 52%. El precio objetivo de consenso es 12,16 euros, mientras que Santander cerró ayer en 8,01.

BBVA ha llevado una trayectoria similar esta semana, con una caída del 16,08% en estos cuatro días, y con un aumento del precio de los CDS (credit default swaps, contrato cuyo precio indica el riesgo percibido de impago de los créditos) de un 61,03%. En el caso de Santander la subida del CDS es del 63,51%.

El resto de bancos españoles del Ibex han sufrido también desplomes significativos en la semana, desde el 17,01% del Banco Popular hasta el 9,03% del Sabadell.

En el resto de Europa la situación es similar. El índice bancario europeo cayó ayer un 4,9% y alcanzó su mínimo desde el 8 de febrero. La deuda de los países europeos está muy entrelazada y los bancos alemanes y franceses, y en menor medida los británicos, son algunos de los principales poseedores de deuda griega, portuguesa, española e irlandesa.

El índice de CDS Markit iTraxx Senior Financials se colocó ayer 56,5 puntos básicos más ancho que el iTraxx Europe, que incluye otros sectores. Justo después de la bancarrota de Lehman Brothers, en septiembre de 2008, la diferencia era de 10 puntos básicos, y en condiciones normales la diferencia suele ser favorable al índice financiero.

En el Reino Unido, donde ayer se celebraron elecciones parlamentarias, HSBC (el banco más grande de Europa) cayó un 3,7%, mientras Barclays se desplomó un 6,5%.

BNP Paribas presentó ayer resultados trimestrales con importantes beneficios, pero eso no impidió que sus CDS subieran 13 puntos básicos y su cotización cayera un 2,52%. En la semana ha perdido un 10,7%. El banco francés declaró que tiene una exposición de 5.000 millones de euros a la deuda griega, un día después de que Société Générale dijera que su exposición es de 3.000 millones de euros. BNP dijo que está expuesto a 3.000 millones en deuda corporativa griega, aunque aclaró que se trata de firmas internacionales y con "mínima correlación" con la economía, informa la agencia Reuters.

El banco francés afirmó que no ayudaría a Grecia participando en un paquete de rescate. "Mantendremos nuestros compromisos actuales con Grecia pero nada más", declaró Baudouin Prot, consejero delegado de la entidad.

El alemán Commerzbank estimó su exposición a la deuda soberana y corporativa de los países periféricos en 26.500 millones de euros. El Commerzbank perdió ayer un 1,63%, y desde el lunes su caída alcanza el 5,1%.

fuente: La deuda soberana aplasta a los bancos. Cinco días.


Esto es lo que se quiere salvar cuando se habla de salvataje. Así expuesta la situación, en el lenguaje técnico de un diario especializado en economía, todo aparece muy aséptico. Pero la realidad necesita una descripción más amplia de lo que puede expresar ese lenguaje inodoro, incoloro e insípido.

Leo a Alfredo Zaiat en Pagina/12:

La secuencia de la crisis griega se presenta tan previsible que provoca cierta incredulidad la respuesta de líderes mundiales y organismos multilaterales. La debacle argentina en 2001 es tan reciente que pareciera que no hubiera sucedido para persuadirlos en la insistencia de la receta del fracaso, con el FMI relegitimado por las potencias como auditor y gendarme del ajuste. Aunque es sustancial en las decisiones, ese comportamiento no es sólo por la concepción ortodoxa de abordar la cuestión económica. El aspecto central es la hegemonía de las finanzas en la actual fase del capitalismo global, que orienta el sentido de las medidas de ajuste. Estas buscan evitar quiebras bancarias generalizadas para eludir costos aun mayores a los dramáticos, que ya son ineludibles. Recesión, destrucción de empleos, protestas populares y muertes, aumento de impuestos regresivos y reducción de salarios y jubilaciones, que conforman un cuadro de profundo deterioro social son considerados por esos líderes daños menores frente a la posibilidad de un derrumbe del sistema financiero. Para eludirlo anuncian millonarios paquetes de auxilio como un acto de fe, apostando a mejorar así las expectativas y evitar la debacle, aunque la contrapartida es el ajuste que profundiza la crisis y acelera el desenlace de la devaluación y el default.

fuente: Alfredo Zaiat Bancos sin mitos. Página/12


Efectivamente, de lo que se trata es de la imposibilidad de salir del libreto que tienen los dirigentes y tecnócratas que sostienen el sistema financiero. No pueden hallar soluciones porque no hay soluciones: o caen los bancos y un sistema financiero internacional absurdo, meramente especulativo, o tal sistema se salva enviando al fondo del mar a los pueblos que son, como es fama y como no puede ser de otro modo, los que siempre pagan los platos rotos. Antes de caer, no vacilarán en los remedios heroicos. Heroicos en el sentido que la medicina le da al vocablo; o sea: Acción muy enérgica que solo se aplica en casos extremos, según reza el diccionario oficial de nuestra lengua. En términos sociales significa cualquier cosa: desde la represión policial para imponer un ajuste a sangre y fuego, hasta la guerra. Civil o no.

"Es posible que el euro no sobreviva, corre el riesgo de desaparecer si no se genera una ola de solidaridad, si no se ponen en marcha soluciones institucionales.", dijo Joseph Stiglitz. Y añadió como una alternativa a las medidas ortodoxas que se presentan como única opción: "Implementar reformas institucionales basadas en los ideales de solidaridad. El Banco de Inversión Europeo debería realizar inversiones contracíclicas en Grecia para contrarrestar el impacto del ajuste." Por su parte Paul Krugman afirmó entre otros conceptos expuestos en su blog: "Grecia ya se empieza a parecer a la Argentina de 2001. Espero que en el Banco Central Europeo y en el Ministerio de Finanzas griego estén pensando en lo impensable (default y devaluación), porque ese horrible resultado empieza a parecer mejor que las alternativas actuales”. (fuente: Página/12, La visión de dos Premios Nobel de Economía)


Vivimos días agitados, sobre todo desde setiembre de 2008. Todo el sistema financiero internacional, y no sólo el europeo, está atado con alfileres. Medios de pago internacionales que nada valen; bancos nacionales colmados de papeles pintados; cósmicas sumas de dinero virtual que sólo existe en las computadoras y que nadie podrá realizar jamás sino en ínfima parte; especuladores cuya principal característica volitiva obra en la más pura irracionalidad. No hay la famosa luz al final del túnel. Ésa es la verdad de la milanesa. En tiempos como los que corren, uno puede darse hasta el lujo de ser tan irracional como el que más: si de mi dependiera, cambiaría en el más corto plazo posible todas las reservas en papel pintado que tiene el Banco Central por objetos más tangibles, tales como bienes de capital, o simplemente oro. Empezando, por supuesto, por la eliminación del total del pasivo nacional.

Alfredo Arri

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