miércoles, 26 de mayo de 2010

Después del Bicentenario: otra vez el tiramerdi.

Las palabras y las cosas. La derecha cerril retoma la ofensiva.


Bicentenario y después:
Civilización o, ¿barbarie?


Vencen los bárbaros
los gauchos vencen


Leo, sin asombro, la nota editorial de Joaquin Morales Solá de horas después de la caida del telón de la fiesta del Bicentenario. Podría destacar muchos conceptos erróneos de ese texto, pero me limito a un párrafo revelador. Es este:


El otro acto fue el de la reapertura del Teatro Colón, donde convivieron amablemente peronistas, radicales, socialistas y la centroderecha de Pro. Más allá de las personas que allí expresaban esas ideas, es probable que en ese estilo, civilizado y pacífico, se esté incubando el futuro no tan lejano de la Argentina.

fuente: J.M.Solá. Esa obsesión por destruir y fracturar.


No se puede creer. Civilizado y pacífico. ¿Contra qué contraponer estos conceptos para que adquieran un sentido en el contexto? ¿Contra bárbaro y guerrero?

A pocas horas de la finalización de los festejos del Bicentenario, mientras miles de personas trabajan en el desmentelamiento del Paseo del Bicentenario y en la limpieza de las calles, las plumas del stablishment retoman la tarea de seguir echando leña al fuego. Dividir, fracturar, irritar. Ésa es la misión.

En realidad, la misión es destituir. Pero como no pueden admitir el fracaso de ese objetivo -intentado muchas veces en los últimos dos años y medio-, se limitan a fracturar, dividir, socavar. A tirar mierda. Toda la mierda que se pueda.

Por supuesto, a Morales Solá le molestó la inclusión de Ernesto Guevara en la Galeria de Patriotas Latinoamericanos. Esto sí es un progreso: parece que Joaquín Morales Solá sí acepta a Juan Perón y a Eva en esa galería. Y, a la vez, se muestra más franco con su lector: El Che era un asesino. Por lo menos se animó a firmar el dictamen, tan grato a ya sabemos quiénes. Es todo un progreso.


Alfredo Arri

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