Y la responsabilidad editorial, ¿dónde está?
La manía de insultar se ha colado en los medios tradicionales.
La manía de insultar se ha colado en los medios tradicionales.
Leo una Carta de Lectores de La Nación, publicada hoy, domingo 30 de mayo de 2010. Dice así:
Esta opinión, que no difiere en lo esencial de otras tantas similares, contiene una expresión inapropiada como es la de referirse a la Presidenta de la Nación Argentina con el mote de "esta mujer".
Allá el señor Mariano González con sus rollos personales y su capacidad de "oir" en varios periódicos. Ése no es el tema de esta nota. El tema de esta entrada es plantear la inquietud de si no existe una responsabilidad por parte del diario en cuanto a la edición de las cartas de los lectores.
Dice el propio reglamento del diario al pie de la sección:
Como se ve, el diario se reserva el derecho de editar, lo cual me parece correcto. No sólo para subsanar errores ortográficos o de sintaxis, sino también para subsanar excesos de vulgaridad como el que aquí se muestra.
Distinto es el caso de los comentarios de los lectores de la versión online, ya que existe el hábito de permitir la escritura de despropósitos de todo tipo. Un hábito que surge, de hecho, de la imposibilidad material para editar tantos comentarios. Digamos que esos sótanos de las notas en las versiones electrónicas de los medios son una suerte de vaciadero de todo tipo de mierda a los que muchos -me incluyo- contribuimos a sostener en estado de permanente hediondez. Pedirle responsabilidad editorial a los responsables de las ediciones online de los medios gráficos es una quimera. Sencillamente es imposible de controlar. Pero, es distinto el sector -tradicional en toda la prensa gráfica- de Correo de los lectores, destinado a la edición impresa de esos medios. ¿No debería regir en este caso un criterio de edición responsable? En casos así, uno tiene el derecho de barruntar que La Nación está de acuerdo con que se refiera a la Presidenta de la Nación como "esta mujer".
Fiesta personal
Señor Director:
"Con mucho asombro oí y leí en varios periódicos que el Poder Ejecutivo no había invitado al señor vicepresidente Julio Cobos a la cena del Bicentenario. El señor vicepresidente es parte del Poder Ejecutivo. ¿Cómo puede ocurrírsele a la Presidente no invitar a Julio Cobos -no necesita invitación, por cierto- y sí invitarla a Valeria Mazza?
"Evidentemente, esta mujer pensó que era su fiesta de aniversario personal y no la fiesta de la patria. Es increíble cómo cada día que pasa este gobierno se encarga de destruir lo poco de institucionalidad que nos queda. ¡Cuánto tiempo vamos a necesitar para volver a construir lo que nos van a dejar!"
Mariano P. González (sigue un número de dni)
Esta opinión, que no difiere en lo esencial de otras tantas similares, contiene una expresión inapropiada como es la de referirse a la Presidenta de la Nación Argentina con el mote de "esta mujer".
Allá el señor Mariano González con sus rollos personales y su capacidad de "oir" en varios periódicos. Ése no es el tema de esta nota. El tema de esta entrada es plantear la inquietud de si no existe una responsabilidad por parte del diario en cuanto a la edición de las cartas de los lectores.
Dice el propio reglamento del diario al pie de la sección:
Los textos destinados a esta sección no deben exceder las 15 líneas o los 1100 caracteres. Debe constar el nombre del remitente, firma, domicilio, teléfono y número de documento. Por razones de espacio y de estilo, LA NACION podrá seleccionar el material y editarlo. Los mensajes deben enviarse a: cartas@lanacion.com.ar; fax: 4319-4509; dirección:Bouchard 557, 5º piso , Capital . (C1106ABG)
fuente: lanacion.com
Como se ve, el diario se reserva el derecho de editar, lo cual me parece correcto. No sólo para subsanar errores ortográficos o de sintaxis, sino también para subsanar excesos de vulgaridad como el que aquí se muestra.
Distinto es el caso de los comentarios de los lectores de la versión online, ya que existe el hábito de permitir la escritura de despropósitos de todo tipo. Un hábito que surge, de hecho, de la imposibilidad material para editar tantos comentarios. Digamos que esos sótanos de las notas en las versiones electrónicas de los medios son una suerte de vaciadero de todo tipo de mierda a los que muchos -me incluyo- contribuimos a sostener en estado de permanente hediondez. Pedirle responsabilidad editorial a los responsables de las ediciones online de los medios gráficos es una quimera. Sencillamente es imposible de controlar. Pero, es distinto el sector -tradicional en toda la prensa gráfica- de Correo de los lectores, destinado a la edición impresa de esos medios. ¿No debería regir en este caso un criterio de edición responsable? En casos así, uno tiene el derecho de barruntar que La Nación está de acuerdo con que se refiera a la Presidenta de la Nación como "esta mujer".
Alfredo Arri
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