Alerta naranja:
la derecha invoca* y habla de violencia.
la derecha invoca* y habla de violencia.
No tengo ningún temor de que mi lector me acuse de suspicaz. Estoy convencido de que lo que afirmo aquí no es una muestra de gratuita suspicacia. El diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo. Así que escribo y firmo la nota que sigue sin ponerme colorado.
La tesis es la siguiente: ante el fracaso destituyente de la derecha en la busca de una salida a la hondureña, ahora van por una salida a la paraguaya. Paso a desarrollar.
Nuestra derecha cerril (la no democrática) ha fracasado en todos sus intentos destituyentes lanzados desde diciembre de 2007. Fracasó tras su victoria en julio de 2008, ya que el voto no positivo no sólo no logró desplazar del poder a Cristina Fernández, sino que logró que la Presidenta, alertada para siempre de que estaba frente a una runfla dispuesta a cargársela, se fortaleció en el poder, y a partir de ese momento mantuvo siempre la iniciativa política, con energía y coraje. Fracasó la derecha cerril, otra vez, tras su falsa victoria electoral de junio del 2009. No sólo no logró hacer realidad esa ficción de "la oposición", sino que motivó que la Presidenta metiera en agenda, en forma apretada, las leyes que más afectaron el bolsillo de los sectores del poder, sobre todo la ley de medios, ley revolucionaria si las hay en estos tiempos. Volvió a fracasar la derecha golpista al poner en marcha el culebrón de verano Redrado y las reservas de ricota, pergeñado desde las oficinas de Clarín, ya que provocó que la Presidenta, en la sesión de apertura de la legislatura, el 1 de marzo, les pintara la cara con un segundo dnu y un histórico que la sigan mamando. Y volvieron a fracasar al recurrir a la justicia con demandas desestabilizadoras, destinadas a llevar a la propia Corte hacia la complicidad para una salida a la hondureña.
Ante todos estos fracasos, ahora podrían ensayar una salida a la paraguaya, que consistiría en meter en la agenda mediática el fantasma de la violencia. En la mañana de ayer domingo, desde su columna en La Nación, Joaquín Morales Solá hizo punta en esa estrategia que, de estar este insignificante blogger en lo cierto, no sólo se repetirá a través de otras voces y plumas, sino que incluso podría llegar a presentarse, como una forma de profecía autocumplida, mediante la realización de algún acto de violencia real.
La columna de Joaquín Morales Solá de ayer es la de un miserable. Miserable en el sentido de la cuarta acepción del diccionario de la lengua. En efecto, la pluma estrella de la derecha argentina se la tomó con Milagro Sala, "los Moyano", Luis D'Elía y Moreno, a quienes el periodista llama los violentos, aunque remarcando que "Milagro Sala es más violenta que Luis D'Elía". Morales Solá afirma que Milagro Sala desembarcó en La Matanza donde los caudillos locales "son también de portar armas". Remarco el también.
Tampoco deja fuera a Moreno en su análisis titulado Bajo el imperio de los violentos. ¡Cómo había de dejarlo afuera! Ni ahí. Le adjudica al Secretario de Comercio, por supuesto, y nada menos, la responsabilidad por el resquebrajamiento de AEA. Ni se le ocurre pensar como posible, a don Joaquín Morales Solá, que los empresarios que la están juntando con pala en estos tiempos difíciles no quieren comprometerse gratuitamente en el entuerto Clarín-Gobierno. Ya le habían esquivado el bulto al cargoso Bergoglio por la misma razón. Pero estas explicaciones sencillas no entran en la imaginación de Morales Solá. Para él, este resquebrajamiento de la central empresaria se debe al patoterismo de Moreno y al miedo (condición necesaria para que el miedo surta efecto) de poderosísimos empresarios. De recontra poderosísimos empresarios.
Presentados los violentos, Morales Solá completa el escenario preparatorio del drama de la violencia con la promoción de una concentración popular en Capital, convocada por cadenas de mails, para llenar la Plaza de Mayo, a la sazón Plaza del Bicentenario, de antikirchnerismo militante alrededor de la figura de Bergoglio que, como es fama, ha llamado a la movilización popular. Una plaza que dé un poco de brillo gorila al Bicentenario, como una forma de morigerar el brillo nac&pop del Bicentenario oficial, el que se celebrará en Luján.
En pocas palabras: Joaquín Morales Solá colocó todas las piezas sobre el tablero para el drama que podría sobrevenir. Recuerdo una vez más el título del texto: bajo el imperio de los violentos.
¿Por qué toda esta movida ahora? Bueno, la respuesta es sencilla: Milagro Sala encabeza una de las tres columnas de pueblos originarios, de indígenas, que desde tres provincias argentinas iniciaron una marcha a pie hacia Buenos Aires, como parte de la celebración del Bicentenario. ¡Maldita india! ¡Qué decadencia! De un Centenario con la Infanta de visita a un Bicentenario con la ciudad llena de indios. ¿A dónde iremos a parar? Moreno, por su parte, está por concretar los planes de intervención en Papel Prensa y por último Hugo Moyano anda demasiado cerca de Hugo Yasky y, para colmo de males, la maldita CGT logra paritarias con aumentos salariales del 30 por ciento cuando todos deberíamos hacer el coro a los ajustadores europeos. ¡Dónde iremos a parar! ¡Esto no da para más! ¡Que se venga la violencia!
Son signos alarmantes. En mi opinión, es para que el Gobierno y el pueblo pongan alerta naranja. Esta canalla está haciendo todo lo posible para que el Bicentenario se manche con sangre.
¿Exagero? ¿Deliro? ¿Estoy del tomate? Ojalá. Quiera Dios. Nada me gustaría más.
Alfredo Arri.
* Invocar: Demandar ayuda mediante una súplica vehemente. (DRAE)
La tesis es la siguiente: ante el fracaso destituyente de la derecha en la busca de una salida a la hondureña, ahora van por una salida a la paraguaya. Paso a desarrollar.
Nuestra derecha cerril (la no democrática) ha fracasado en todos sus intentos destituyentes lanzados desde diciembre de 2007. Fracasó tras su victoria en julio de 2008, ya que el voto no positivo no sólo no logró desplazar del poder a Cristina Fernández, sino que logró que la Presidenta, alertada para siempre de que estaba frente a una runfla dispuesta a cargársela, se fortaleció en el poder, y a partir de ese momento mantuvo siempre la iniciativa política, con energía y coraje. Fracasó la derecha cerril, otra vez, tras su falsa victoria electoral de junio del 2009. No sólo no logró hacer realidad esa ficción de "la oposición", sino que motivó que la Presidenta metiera en agenda, en forma apretada, las leyes que más afectaron el bolsillo de los sectores del poder, sobre todo la ley de medios, ley revolucionaria si las hay en estos tiempos. Volvió a fracasar la derecha golpista al poner en marcha el culebrón de verano Redrado y las reservas de ricota, pergeñado desde las oficinas de Clarín, ya que provocó que la Presidenta, en la sesión de apertura de la legislatura, el 1 de marzo, les pintara la cara con un segundo dnu y un histórico que la sigan mamando. Y volvieron a fracasar al recurrir a la justicia con demandas desestabilizadoras, destinadas a llevar a la propia Corte hacia la complicidad para una salida a la hondureña.
Ante todos estos fracasos, ahora podrían ensayar una salida a la paraguaya, que consistiría en meter en la agenda mediática el fantasma de la violencia. En la mañana de ayer domingo, desde su columna en La Nación, Joaquín Morales Solá hizo punta en esa estrategia que, de estar este insignificante blogger en lo cierto, no sólo se repetirá a través de otras voces y plumas, sino que incluso podría llegar a presentarse, como una forma de profecía autocumplida, mediante la realización de algún acto de violencia real.
La columna de Joaquín Morales Solá de ayer es la de un miserable. Miserable en el sentido de la cuarta acepción del diccionario de la lengua. En efecto, la pluma estrella de la derecha argentina se la tomó con Milagro Sala, "los Moyano", Luis D'Elía y Moreno, a quienes el periodista llama los violentos, aunque remarcando que "Milagro Sala es más violenta que Luis D'Elía". Morales Solá afirma que Milagro Sala desembarcó en La Matanza donde los caudillos locales "son también de portar armas". Remarco el también.
Tampoco deja fuera a Moreno en su análisis titulado Bajo el imperio de los violentos. ¡Cómo había de dejarlo afuera! Ni ahí. Le adjudica al Secretario de Comercio, por supuesto, y nada menos, la responsabilidad por el resquebrajamiento de AEA. Ni se le ocurre pensar como posible, a don Joaquín Morales Solá, que los empresarios que la están juntando con pala en estos tiempos difíciles no quieren comprometerse gratuitamente en el entuerto Clarín-Gobierno. Ya le habían esquivado el bulto al cargoso Bergoglio por la misma razón. Pero estas explicaciones sencillas no entran en la imaginación de Morales Solá. Para él, este resquebrajamiento de la central empresaria se debe al patoterismo de Moreno y al miedo (condición necesaria para que el miedo surta efecto) de poderosísimos empresarios. De recontra poderosísimos empresarios.
Presentados los violentos, Morales Solá completa el escenario preparatorio del drama de la violencia con la promoción de una concentración popular en Capital, convocada por cadenas de mails, para llenar la Plaza de Mayo, a la sazón Plaza del Bicentenario, de antikirchnerismo militante alrededor de la figura de Bergoglio que, como es fama, ha llamado a la movilización popular. Una plaza que dé un poco de brillo gorila al Bicentenario, como una forma de morigerar el brillo nac&pop del Bicentenario oficial, el que se celebrará en Luján.
En pocas palabras: Joaquín Morales Solá colocó todas las piezas sobre el tablero para el drama que podría sobrevenir. Recuerdo una vez más el título del texto: bajo el imperio de los violentos.
¿Por qué toda esta movida ahora? Bueno, la respuesta es sencilla: Milagro Sala encabeza una de las tres columnas de pueblos originarios, de indígenas, que desde tres provincias argentinas iniciaron una marcha a pie hacia Buenos Aires, como parte de la celebración del Bicentenario. ¡Maldita india! ¡Qué decadencia! De un Centenario con la Infanta de visita a un Bicentenario con la ciudad llena de indios. ¿A dónde iremos a parar? Moreno, por su parte, está por concretar los planes de intervención en Papel Prensa y por último Hugo Moyano anda demasiado cerca de Hugo Yasky y, para colmo de males, la maldita CGT logra paritarias con aumentos salariales del 30 por ciento cuando todos deberíamos hacer el coro a los ajustadores europeos. ¡Dónde iremos a parar! ¡Esto no da para más! ¡Que se venga la violencia!
Son signos alarmantes. En mi opinión, es para que el Gobierno y el pueblo pongan alerta naranja. Esta canalla está haciendo todo lo posible para que el Bicentenario se manche con sangre.
¿Exagero? ¿Deliro? ¿Estoy del tomate? Ojalá. Quiera Dios. Nada me gustaría más.
Alfredo Arri.
* Invocar: Demandar ayuda mediante una súplica vehemente. (DRAE)
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