Judicialización de la política.
Definir los conceptos no es tarea difícil, sobre todo cuando lo que se pretende definir abarca lo concreto y tangible. Pero, como reza el viejo proverbio, levemente modificado: lo claro, si claro, dos veces claro.
El sentido común nos impone el conocimiento directo, via intuición y posterior reflexión mínima, que la judiacilización de la política es el recurso vil de los políticos devaluados de muchas devaluaciones.
De todos modos, es mucho mejor cuando quien define es un profesional de las palabras dirigidas al ciudadano, y no un chapucero como uno, generalmente cargado de sentimientos de crispación, que terminan por oscurecer hasta las definiciones que deberían ser claras.
Pues bien: Mario Wainfeld ha sabido definir el concepto. Judicialización de la política es...
¿La cazaste, man?
La buena prensa (que se consigue fácil) es la que se encarga de transformar la vileza de los políticos viles en gradilocuentes textos superpoblados de vocablos tales como republica, defensa de las insituciones, seguridad jurídica, equilibrio de poderes.
¿La cazaste, man?
El sentido común nos impone el conocimiento directo, via intuición y posterior reflexión mínima, que la judiacilización de la política es el recurso vil de los políticos devaluados de muchas devaluaciones.
De todos modos, es mucho mejor cuando quien define es un profesional de las palabras dirigidas al ciudadano, y no un chapucero como uno, generalmente cargado de sentimientos de crispación, que terminan por oscurecer hasta las definiciones que deberían ser claras.
Pues bien: Mario Wainfeld ha sabido definir el concepto. Judicialización de la política es...
La judicialización es un rebusque para gambetear la (tan trabajosa como necesaria) tarea de formar mayoría en los cuerpos colegiados. Un diputado o un senador solitos no se bastan para sancionar o derogar una ley, ni siquiera para lograr que se reúna una comisión. Pero, con un abogado decoroso, un juez amigable y buena prensa (que se consiguen fácil) puede obtener efectos comparables a los de una ley sin siquiera despeinarse. Se desnaturaliza así la división de poderes, por una vía cuya contraindicación evidente es el desprestigio de la actividad política.
fuente: Mario Wainfeld, Corte Sano, en Pagina/12, aquí.
¿La cazaste, man?
La buena prensa (que se consigue fácil) es la que se encarga de transformar la vileza de los políticos viles en gradilocuentes textos superpoblados de vocablos tales como republica, defensa de las insituciones, seguridad jurídica, equilibrio de poderes.
¿La cazaste, man?
o0o
No hay comentarios:
Publicar un comentario