lunes, 8 de febrero de 2010

El valor de los adverbios.


Las palabras y las cosas.

No se ensañen con De Narváez.
Aprendan a leer, che; o a escuchar.

Circulan por ahí entradas de blog que critican a Francisco de Narváez porque el mismo día en que Miradas al Sur publicaba que él había comprado una buena suma de dólares, tanto en el 2008 como en el 2009, el diputado daba una nota a Crítica de la Argentina en la cual respondía que él no había comprado dólares.

Dicho así parece como que el diputado haya sido descubierto en una mentirijilla. Pero no debe hacerse tal cosa. No debe nadie comportarse en forma tan ligera. Hay que aprender a escuchar o, en este caso a leer: La pregunta del periodista de Crítica fue:

-¿Compró dólares últimamente?

-No. -fue la escueta respuesta del diputado nacional.

Como se ve, nadie reparó en el adverbio: últimamente significa que no hubo ocasión posterior a la última. O sea, preguntar adosando a la pregunta el adverbio últimamente equivale a preguntar desde la última vez. Por lo tanto, mal podría afirmarse que la respuesta del diputado cuasi peronista, cuasi piñerista, lo hubiese delatado en la suelta de una mentirijilla. No, después de la última vez que compró dólares no volvió a comprar dólares. Y además ya estamos en el 2010. ¿Se entiende? No difamen, loco.

o0o

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