martes, 20 de abril de 2010

Inoportuno tirón de orejas a Sandra Russo.

Crítica de medios.

Tirón de orejas a Sandra Russo en Radio Nacional.

La directora de Radio Nacional, María Seoane,
en una -procedente- pero inoportuna y desafortunada intervención en el programa de Sandra Russo.


Poco antes de finalizar la emisión de hoy de El nombre de las cosas, el programa radial que Sandra Russo y colaboradores conducen todos los mediodías por Radio Nacional irrumpió la jefa. En efecto: la directora de la emisora, María Seoane, intervino para expresar, de un modo directo, su molestia personal o gerencial acerca del tratamiento que en el programa se ha hecho del tema de los carteles con las imágenes de los comunicadores sociales cuestionados por los manifestantes durante las marchas a favor de la ley de medios. Como se sabe y como fue tratado en este blog en otra entrada, los medios afectados por la ley de medios han tomado el tema de los afiches como una cuestión principal y gravísima. Tanto Sandra Russo, ya en canal 7 como en Radio Nacional, opinó lo que opinamos muchos, esto es, que los comunicadores sociales no pueden estar inmunes al repudio de aquella parte del pueblo que los ve como intérpretes, como representantes de los intereses de sus patrones y que hacen su tarea de comunicación (de bajada de línea en realidad) con los modos conocidos del tremendismo dramático, que provocan, cuando menos, miedo pánico, desánimo, angustia, mal talante y desesperanza entre sus seguidores. (Y una inocultable bronca en quienes tenemos conciencia de a qué juegan cuando producen ese daño entre la población)

El tema ha sido analizado aquí y no insistiré en ello. Remito a mi lector a esa entrada, exactamente aquí. Pero sí quiero manifestar mi molestia -como oyente del programa- del poco oportuno tirón de orejas que en forma pública hizo la directora para con la conductora del espacio El nombre de las cosas. Sin filtro, la directora de la radio calificó a esos afiches como fascistoides y manifestó su enérgico repudio a esa práctica. Nada más inapropiado. Apareció, a la mirada (a los oídos en realidad) de los oyentes, como una defensa corporativa del gremio periodístico. Y lo hizo, en forma inadecuada y con lenguaje inapropiado.

Paradójicamente, la misma María Seoane, en esa misma intervención, se mostró quejosa porque los referentes políticos de la oposición se niegan sistemáticamente a ser entrevistados por los periodistas del medio público. "Nosotros somos los discriminados", dijo Seoane. Lo paradójico está en que, a pesar de mostarse políticamente correctos, a pesar de hacer buena letra, los periodistas de la radio nacional son discriminados por los políticos opositores y -añado yo- por los periodistas de las cadenas privadas de medios. Ante el resultado negativo, la directora propone hacer más buena letra todavía, mostrarse más impolutos todavía. Es una pena que la directora de la radio ignore que por muy mucho que hagan los periodistas y productores de la radio, jamás recibirán una respuesta positiva de los referentes de las ciento y una oposiciones que tiene el gobierno nacional. Los que están cargados de mala leche no responden a los buenos modales, a la consideración sino a que actúan conforme a la conveniencia personal, signada por sus mezquinos intereses.

La pregunta que me hago es: ¿Qué deben hacer los productores de El nombre de las cosas? ¿Censurar los mensajes que, de a muchos, le llegan a Russo para solidarizarse con los ciudadanos que hacen suyo el derecho a la libertad de expresión? Una oyente lo había dicho minutos antes de la desafortunada intervención de Seoane: Nosotros no tenemos medios donde expresarnos. Si vamos a una marcha con un cartel de repudio a determinado comunicador, ésa es nuestra manera de expresarnos ¿Qué remedio propone la directora de la radio para este fenómeno? ¿La censura a los mensajes de los oyentes? ¿O seleccionar como buenos y aptos para el aire aquellos que estén más acordes con la necesidad de hacer buena letra que parece querer sugerir la directora? Si así se procediese, ¿cuál sería la diferencia con los medios de las cadenas privadas de medios?

Como oyente, tengo la necesidad de expresar lo siguiente: no me gustó la intervención de la directora, en medio del programa, para desautorizar públicamente una corriente de pensamiento muy clara sobre un tema que no debería ser tan urticante, a no ser, claro, que se responda a presiones de sus pares. Porque eso fue lo el oyente recibió: A los oídos del oyente, sonó muy a defensa corporativa. Y sonó a debilidad también. Porque si hoy la directora sucumbe a esa presión corporativa, queda expuesta a que la corporación gremial la cuestione, a partir de hoy, por cualquier manifestación baladí que los conductores de los programas de la radio lancen al aire.

Por ese camino... vamos mal. La nueva dirección de la radio le está debiendo a la sociedad, además, el desplazamiento de Jorge Rulli y el Grupo de Reflexión Rural de la emisora; y, le está debiendo, también, el haber relegado a un día por semana y un par de horas la participación de Mona Moncalvillo en la emisora.

En fin. Repito: por ese camino... vamos mal.


Alfredo Arri.

o0o

7 comentarios:

  1. No escuché el programa, ni vi los afiches ¿por qué opino? porque la ineludible necesidad de convivencia debe llevarnos a cuidar ciertas formas. “Escrachar” no debiera ser el recurso.
    El riesgo del “escrache” es que absolutamente cualquier grupo puede apelar a él y desde allí crecería la intolerancia hasta quien sabe terrenos no transitables. Debieran discutirse ideas, señalar conductas equívocas pero no “personalizar”. Cada cual debiera con su conciencia arreglarse con lo que defiende.
    Hay un exceso de adjetivación y pareciera haber menos propensión a la argumentación racional, si además personalizamos, justamente quienes no dan la cara, por ser los dueños, se esconderán tras sus “empleados”. Las intenciones son difíciles de juzgar, si este dice o hace tal cosa, argumentemos a favor o en contra de eso y no acerca de la circunstancia por la que se lo hace.
    La idea del “choripan” a cambio desmerece a todos. Por supuesto que hay alcahuetes, genuflexos, oportunistas, corruptos e hijos de puta, pero estemos prestos a mostrar las acciones por las que se muestran en lo que son, en lo que dicen y escriben, en lo que callan y ocultan.

    ResponderEliminar
  2. Hola, Pepe.

    No creo que haga falta aclararlo, pero debo resaltar que aquí, en mi blog, no hay nada de escrache. En la personalización de una queja puede haber aquí, en este blog, como mucho, alguna muestra de ácida ironía hacia los personajes públicos, más específicamente a los políticos. En cuanto a los periodistas, soy implacable en los análisis de sus palabras, cuando lo ameritan.

    De lo que se trata esta entrada es de defender el derecho que tienen las personas que no saben o no pueden expresarlo de otro modo que con una pancarta peyorativa.

    Defiendo ese derecho, aunque no me nazca a mí llevar una pancarta con la imagen de una persona en particular.

    En otras palabras, Pepe: no me parece mal que personas reaccionen contra personas (siempre con las palabras, claro) y que usen el mismo argumento que reciben, por malo que sea. Por ejemplo: el del chori.

    Y en mi caso, no me reprimo en adjetivar como una forma de contrarrestrar los excesos de adjetivación.

    Un abrazo, Pepe.

    ResponderEliminar
  3. esto es una prueba, después viene el comentario porque me pasó muchas veces que escribí largo y no pude mandar

    ResponderEliminar
  4. No escuché el programa, si comparto con Russo su postura frente a los afiches.
    No se puede andar por la vida apoyando cualquier cosa y fomentando múltiples negocios sin cosechar el repudio popular.
    A cualquiera de nosotros nos pasaría los mismo por muchisimo menos

    ResponderEliminar
  5. Bueno ahora viene el comentario. Primero diré que "el nombre de las cosas" en serio me parece el mejor o uno de los mejores programas de la radio y no hablar de Sandra Russo con quien siempre coincido en las opiniones hasta en los mínimos detalles y lamento muchísimo que se retire. Sandra te extrañaré mucho. No sabía cual era la causa, acabo de enterarme y me apena aún más que el motivo sea ese a propósito del cual suscribo lo que dice el post de Alfredo, no sé que busca Maria Seoane, parecidos interrogantes me aparecieron cuando se levantó el programa de Enrique Vazquez, que oh, casualidad hoy nombró Sandra. Pero hay algo en que no coincido con Sandra, cuando dijo que Weinfeld se merece seguir el programa, salvo que sea una ironía ya que hace mucho tiempo que "el cronista" como gusta autollamarse se ubica en posiciones equidistantes o de una ecuanimidad imposible, en horas en que en la explosión de las pasiones hacen de la ecuanimidad algo poco menos que la máscara de la traición. Por dar dos ejemplos uno el más cercano y otro el más lejano, tema del campo allá a lo lejos,y tema del 82 móvil la semana pasada, en ambos casos, y en todos los demás casos que en el tiempo se ubican entre estos dos, "el cronista" ha juzgado que ambas posiciones, la del gobierno y la de la oposición -se enteinde- tienen su razón y son legítimas. Casualidad será que "el cronista" siga creciendo? Está en "una vuelta nacional", tiene su propio programa los sábados a la mañana y ahora este, aparte de Página 12 donde ejerce la misma ecuanimidad. No habra otras voces. Por mi parte si es así no seguiré escuchando "el nombre de las cosas" ya que no hay vez que después de escuchar a Mario Weinfeld no arroje algunas palabras de indignación. Y digo de paso que Dios me libre de los "supuestos amigos" que de los enemigos me libro sola. Es más fácil escuchar a "clarín" que a estas voces vacilantes siempre prontas a quedar bien con Dios y con el diablo.

    ResponderEliminar
  6. Estimado Animaná.

    Lo primero que debería hacer usted al leer una entrada en un post es ver la fecha. Si lo hubiese hecho, se habría dado cuenta de que la entrada no da cuenta de las causas del alejamiento de Sandra Russo de la radio, ya que la entrada es de abril y la renuncia de Russo de agosto.

    También sería aconsejable no sólo el buen leer sino el buen escribir. Mario Wainfeld se escribe así y no como lo escribió usted.

    Lo demás es opinable. "El nombre de las cosas" ha sido un programa interesante y ha decaído en interés. Hace bien su creadora en abrirse, antes de que decaiga del todo. La continuación del espacio con la conducción de Wainfeld es, o aparece ser, como una medida de urgencias para salvar el bache en medio de la temporada.

    Y para cerrar: si usted cree que Mario Wainfeld es un periodista que por quedar "bien con Dios y con el diablo" nunca se juega por nada, seguramente está usted viendo otro canal.

    ResponderEliminar
  7. Lamento lo que te paso Sandra.Cuando tratas de elevar a un pueblo a la alta dignidad del hombre libre, de consagrarle sus más importantes derechos, combatiendo legalmente por la práctica de sus instituciones, que formuladas en un código, son sin embargo, desconocidas y holladas por los malos mandatarios.

    ResponderEliminar