domingo, 18 de abril de 2010

Escrache a periodistas. Un derecho no negociable.

Bitácora del ciudadano de a pie. Crítica de medios.

Algunos periodistas de Honduras mueren;
algunos periodistas argentinos lloriquean.


Morales Solá en La Nación y ADEPA temen agresiones a los periodistas.

Escrache y libertad de expresión.


El último párrafo de la columna de Joaquín Morales Solá de hoy en La Nación es preocupante. Dice el periodista:

La presión a las instituciones de la democracia, incluida la prensa, es un penoso antecedente para un gobierno que se ufana de la "reinserción internacional". Los países necesitan, cuando no tienen muchas otras cosas, autoridad moral ante el mundo y la Argentina carece de ella. Pero es probable que lo peor esté por venir: la persecución al periodismo, tal como está planteada, terminará mal y con lamentaciones que llegarán cuando ya sea definitivamente tarde.

fuente: Morales Solá en La Nacion 18/04/10



Este agüero, este mal agüero, permite imaginar dos modos de realización de tales temores: O bien el sistema de poder interamericano está a punto de lanzar una super-ofensiva a nivel continental contra el Gobierno argentino en el rubro libertad de empresa-prensa; o bien podría suceder que algún periodista del establishment pueda salir físicamente lastimado.

Teniendo en cuenta que esto último sería muy conveniente para la prensa canalla y muy negativo para el Gobierno nacional, sería prudente que los periodistas mimados del establishment durmiesen con un ojo abierto. Desde el hundimiento del Maine, pasando por el incendio del Reichstag, la historia contemporánea ha conocido demasiados casos en los que los titulares de prensa para los hechos trágicos han sido escritos desde antes de que tales hechos sucedieran. «El barco de guerra Maine partido por la mitad por un artefacto infernal secreto del enemigo», mandó a escribir William Randolph Hearst tras la explosión del buque.

Hay una acumulación creciente de señales que ponen al desnudo el también creciente acorralamiento de la prensa del establisment. No sólo se muestran cada día más burdos los escribas y hablistas de los grupos de poder económico y mediático, sino, además, más agresivos. Ya se sabe que las fieras acorraladas son doblemente feroces.

Las advertencias razonadas que esta semana les presentaron a los comunicadores del poder, cada uno por su lado y cada uno a su modo, Guillermo Martínez y Carlos Escudé cayeron en saco roto. No sólo ni se dignaron a tomar en cuenta que lo que les estaban alertando era la creciente pérdida de credibilidad de los medios debido a la ceguera provocada por el odio, sino que además los atacaron. Mariano Grondona, en su texto de hoy, se ocupa de hacer resaltar que, de alguna manera, el odio estaría justificado.

Y Morales Solá, como queda resaltado en la cita de más arriba, no sólo no se hace cargo de la retahíla de guarradas que vienen cometiendo sus colegas desde los medios desde hace dos años, sino que sube la apuesta. Y, de alguna manera vaga pero real, amenaza.

Este tema ha dado mucho que hablar y escribir desde que en las marchas por la defensa de la Ley de medios, muchos manifestantes llevaron pancartas con las imágenes de comunicadores conocidos, con leyendas peyorativas a esos comunicadores o a los medios para los que laboran como complemento de esa expresión de repudio. ¿Y? ¿Cuál es el problema? ¿Está mal? ¿Quién lo dice? De ninguna manera: ni eso es problema, ni está mal, ni hay nadie que pueda afirmar lo contrario, a menos que éste tenga un concepto muy limitado de lo que es libertad de expresión.

Los comunicadores profesionales tendrán que hacerse cargo de una vez por todas de las consecuencias de sus actos y aun de sus modos. Se acabó -felizmente- la época en que estos personajes se equiparaban y eran equiparados a los hombres y mujeres de la farándula, cuya vida pública sólo padecía del asedio del cholulo, esto es, firmar autógrafos y sacarse fotos con el público. No, no son artistas de entretenimiento: son comunicadores sociales y deberán hacerse cargo, de una vez por todas, del enorme daño que producen en la población al ejecutar su papel cuando lo ejecutan de forma sucia.

Tomo como ejemplo el caso más patente de este fenómeno de guerra sucia mediática: el de María Laura Santillán. ¿Tiene idea esta señora de lo que provocan a las personas corrientes sus dramáticas interpretaciones teatrales de las noticias a la hora de leerlas en cámara? Tal vez no; tal vez no tenga idea. Quienes la seguimos desde los tiempos de la radio, allá por los primeros noventa, sabemos que modula así. Entonces, no está mal que se entere: entre aquellos que tenemos conciencia acerca del qué se trata de la cosa -afortunadamente un número que crece día a día- provoca crispación, furia, bronca. Y en la inmensa mayoría que aún no sabe de qué se trata la cosa, provoca miedo, angustia, terror pánico, infelicidad existencial, mal talante. Pues bien: es hora de que se entere: no es gratis lo que personas como María Laura Santillán hacen por la televisión; tiene consecuencias. Son ésas. Provocan, a unos furia, y a otros angustia, dolor, pesimismo, miedo, infelicidad.

¿Por qué no expresarlo? ¿Con qué derecho se exige el cese de estas manifestaciones de sentimientos compartidos por muchos? ¿En nombre de qué? ¿De la defensa corporativa? A los ciudadanos corrientes nos importa un pomo la defensa corporativa.

Sépanlo: cada adjetivo tremebundo que lanzan, aun sin ser los autores directos del texto sino sus intérpretes, es un puñal que le clavan al televidente desavisado para zaherirlo, arteramente, en eso tan valioso como es la paz espiritual. Es así de simple. Tienen ustedes una infinita capacidad de daño, señores y señoras, y lo menos que se puede hacer es hacérselos saber, de alguna manera. ¿Podrían perder ellos mismos algo de esa paz espiritual que es tan valiosa ante la arremetida de tantos contra sus personalizados roles ante esta contraofensiva popular? Sí, podrían. Bueno: es una consecuencia. Asúmanla.

Es insólito e inadmisible que lo que esté permitido para unos no esté permitido para otros. Véase este ejemplo: En un reportaje televisivo, Mauricio Macri se refiere a la Presidenta como "esta señora de enfrente". Días después, en una reunión entre este gobernador porteño y la Presidenta, Mauricio Macri le dice a su anfitriona en tono de broma que se marcha porque si se queda un rato más se convierte al kirchnerismo, a lo que la Presidenta le responde que no lo aceptarían. Ahora bien: el doctor Mariano Grondona reflota en su columna de hoy esta anécdota (que nadie sabe si fue tal como se la cuenta o no, aunque démosla por buena) como una prueba de la capacidad de generar crispación que tiene la Presidenta. Perfecto: está en su derecho de opinar así. Entonces, ¿por qué no podría nadie opinar que Mauricio Macri es un generador de crispación para millones (incluída la Presidenta); o que Mariano Grondona es una pluma del establishment, condescendiente para con Macri, y para con muchos impresentables de la sociedad argentina? Ni la Presidenta, ni Mariano Grondona, ni María Laura Santillán, ni José Bergoglio, ni Jacobo Winograd son vacas sagradas a la hora de que las personas corrientes querramos opinar sobre ellas. Privada y públicamente. Y si a veces no decimos en forma pública lo que opinamos en forma privada es nada más que por una cuestión de buen gusto.

Vuelvo al párrafo de Morales Solá: "Los países necesitan, cuando no tienen muchas otras cosas, autoridad moral ante el mundo y la Argentina carece de ella." O cuando escribió en noviembre de 2008: "Cristina Kirchner irá a Washington para la cumbre del G-20. Nada más que la inercia de los viejos formatos internacionales puede explicar que la Argentina esté donde no debería estar, porque carece de tamaño y prestigio."

¿Sabés, hermano, lo que decimos en privado los que amamos hasta el dolor esta sufrida patria cuando leemos estas cosas? Sí, hermano: eso, tal cual: lo que te imaginás. No me vas a negar que declararte el empleado del mes, o plumífero cipayo, o gorilona derechosa es lo más elegante que se te puede decir para no aumentar el mal gusto del que tanto tiene ya la red.


Es altamente probable que Fernando Bravo, al salir a la calle y mezclarse con las personas corrientes, reciba mil pedidos de autógrafos y diez mil muestras de afecto de su público. Pero también existe la probabilidad de que entremezcladas con esas expresiones o mechadas con ellas, le arrojen al paso un par de gorila o gorilón ¿Y? ¿Cuál es el problema? Eso forma parte de la libertad de expresión. Y de asumir las consecuencias de los actos, de las palabras y de los modos. ¿Cuántos amigos perdió Víctor Hugo Morales en estos últimos tiempos? Muchos, según él mismo. Pues bien: es la consecuencia de sus actos y de sus palabras. Así le pasó a Enrique Santos Discépolo cuando parió a Mordisquito. ¿Qué pretenden? ¿Llevárselas de arriba? De ninguna manera: deben asumir las consecuencias de sus acciones.

Otra cosa, mariposa, es cuando la libertad de expresión va acompañada de un huevazo o peor aún de una agresión fisica. Eso ya no es libertad de expresión sino la producción de un delito, en términos jurídicos, de una boludez contraproducente en términos políticos, y de una cobardía en términos existenciales. Afortunadamente, estos episodios han sido, además de escasos, debida y unánimente repudiados. Siempre: Tanto los padecidos por Agustín Rossi en su momento como por Mariano Grondona en Azul, tiempo atrás. Pero en los términos de la palabra, de la opinión, no hay vacas sagradas y el único límite es -para mí- el buen gusto.

No queremos violencia. A las marchas en las que se repudió a comunicadores se marchó con pancartas deliberadamene condenatorias y peyorativas y, también, con los pequeños hijos en brazos, o de la mano. Así que, Morales Solá: déjese de joder, amigo, con esos agüeros de pésimo gusto. Bánquesela, viejo.

Adepa también emitió un comunicado agorero, en los términos que hoy usó Morales Solá. Pide que el Gobierno "proteja" a los periodistas. Un párrafo dice así:

[Ese tipo de acciones de escrache] es a la vez una intimidación y una instigación, ya que este mensaje sembrado al voleo puede ser recibido por personas que no estén en capacidad de procesarlo, y por lo tanto, disparar acciones peligrosas para los señalados.

fuente: La Prensa.


Habría que recordarle a Adepa que esas personas que no están en "capacidad de procesar" nada son las que pululan en los sótanos de las versiones online de sus propios medios, llenado de insultos y manifestaciones de morbosidad civil y aun moral cada pie de nota de esos mismos medios. Si permitir esas muestras de ruindad en sus propios medios no es instigar, no actúa disparador de acciones peligrosas para los señalados, ¿qué es? ¿Libertad de expresión? Pues entonces que la sea para todos.

Y para cerrar esta entrada, les ragalo una de mi cosecha a los señores de Adepa y sus miembros: No tienen derecho alguno al pataleo desde el momento que han convertido a la información en mercancía. Una vez que se la convirtió en mercancía, la información es suceptible de sufrir adulteraciones, falsificaciones; de ser objeto de compra-venta, alquiler y lising; de padecer adulteraciones en las fechas de vencimiento, aparicion de segundas marcas, robos, hurtos, salteadores de camino, piratas del asfalto y navegantes en red.

Ajo y agua. O mejor: ¡a comerla!


Alfredo Arri.


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3 comentarios:

  1. Mirá Alfredo, estoy convencida de que tenés razón en el tema de la libertad de expresión, TODOS tenemos derecho a expresarnos. Hay algo que no comparto ni con vos ni con el gobierno, es esta sensación que me generan de ESTÁS CONMIGO O ESTÁS CON EL ENEMIGO. Soy una ciudadana común, no tengo ningún partido político que me convenza lo suficiente como para militar y si vale todavía la división, ideológicamente estoy más del lado de la izquierda que del de la derecha. Eso no hace que no me de bronca también las barbaridades que se cometen a diario, que vivo, que veo, que siento junto a mi familia, mis alumnos y la gente de mi ciudad, no las que leo en clarín ni las que veo en tn como dice fernández. Disculpen pero no es así, tendrá sus cosas buenas, pero lamentablemente el gobierno DEBE DAR EL EJEMPLO. Moralmente te hablo, no podés hacerte llamar de izquierda y tener mil hoteles y millones y millones de dólares. No podés hablar de querer la verdad cuando tenemos un INDEC que da lástima. Me imagino que estas líneas también te deben crispar, como los periodistas de los que hablaste, pero sinceramente ni uno ni el otro, siento que en muchas cosas tienen más similitudes que diferencias en las mierdas, no en las cosas rescatables.

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  2. No, Gabriela: de ninguna manera tus líneas me crispan, ni me dan despiertan nada que no pueda controlar, ni en el sentir, ni en el pensar.

    Me permito una corrección a un dato que no tenés muy preciso: ninguno de los integrantes del gobierno se han declarado, ni se han hecho declarar, jamás, de izquierda. Todo lo contrario: se han declarado una y mil veces capitalistas.

    Ademas, ni falta haría que lo declarasen, ya que pertenecen al peronismo que, de izquierda no tiene nada, ni nunca lo tuvo, más allá de algunos aspectos accesorios que no vienen al caso.

    Algunos sectores de izquierda acompañamos a este gobierno; otros, no lo acompañan. Pero ellos, los Kirchner y sus colaboradores, no lo son.

    Yo sí soy de izquierda y, claro, no tengo ni hoteles ni millones. Pero, por otro lado, ni me interesan los millones y hoteles que tengan los demás, ni me interesan los bienes que tenga la Iglesia o la Corona de Inglaterra. Para decirlo en guarango: no me excito con la plata ajena. Tampoco me saca de las casillas que algún mortal nade en dinero. El cuentito del Illia que murió en la pobreza no me sirve a la hora de imaginar una patria para mis hijos y nietos. Me hubiese hecho más feliz como argentino que Belgrano hubiese tenido una larga vida y muriese en la comodidad y tranquilidad que da la fortuna y no en la miseria. Martín de Pueyredón era un ricachón guarango, y sin embargo está en la lista de mis héroes nacionales. Cristóbal Colón murió en la pobreza y sin embargo se cargó a millones de indígenas en nombre de Cristo y la Corona. En fin...

    Sí tengo hijos y nietos para los cuales sueño que puedan vivir en un mundo mejor que el me tocó vivir a mí, que cuento ya con sesenta y cuatro añitos. Y en ese tiempo, he padecido a los gobiernos que hubo. A todos. Excepto a los pocos meses que gobernó Cámpora, a todos. Este no lo padezco; es la primera vez que me pasa. Todo lo contrario: es lo mejor que me tocó presenciar como ciudadano, en medio siglo.

    Un agradecimiento: gracias por visitar el blog y gracias por dejar tu comentario en él.

    Un fraternal saludo.

    Alfredo

    ¿Habrá algo mejor que esto? Quiera Dios. Pero, hasta hoy, no hay nadie que pinte para esa posibilidad. El año que viene, no lo sé. Tal vez aparezca alguien que pueda superar a este gobierno. Pero, por lo que veo hasta ahora, será muy difícil. Incluso en lo ético.

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  3. ASI RUEDA LA RUEDA CHUECA...
    La otra vez se reian cuando les contaba que...
    No hay nada mas trucho que las ideologias en Argentina
    Mira un tipo de izquierda cuando le dan dos con cincuenta se afeita la barbita , tira al diablo la camiseta del Che y al mes lo ves de traje y tomando Wisky importado en Puerto Madero
    Por supuesto , juntando dolares con el "bolsillo derecho" y estacionando la cuatro por cuatro de contramano .
    Y los de derecha cuando ya no tienen un peso , y nadie les da ni la hora , se dejan la barbita candado , se afilian a algun movimiento de derechos humanos y se juntan en alguna plaza a fumar porro , mientras recuerdan el pasado y se intercambian fotos de algun falcon verde .
    En fin esta en ustedes que todabia creen
    Yo , ni en mi sombra ; Por las dudas vio....
    50 años y mas de lo mismo es demasiado y les dire algo...
    Memoria es lo que nos falta y parece que en abundancia
    Esto ya lo vivi y con cada gobierno que paso ,la famosa "vidriera politica" sus discursos emotivos y casi eroticos siempre seducen al pueblo , pero solo " un ratito nomas"
    Luego viene la realidad y el primer trompazo te baja dos dientes
    Pero sabes que , otra vez sera tarde como siempre...
    Y vuelta a empezar y asi gira la rueda chueca en Argentina .
    Imaginate asi durante 40 largos años de tu vida
    Mira.....
    Los pobres seguiran pobres y los ricos mas ricos que nunca
    y no importa el gobierno ni su ideologia , en este temita del dinero el politico tiene un solo hobbie , juntar verdes .
    Y para vos que.?
    Bueno para vos , delincuencia , alcohol , sexo , prostitucion , pobreza ,fraudes , mentiras y mucho populismo
    Asi estamos , somos los mejores
    Porque sabados y domingos , nos emborrachamos de ilusiones .
    saludos
    Jaker2
    Quienes desen ver todas mis editoriales ( solo colocar jaker2 en Google )

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