viernes, 15 de enero de 2010

Yo te acuso que me acusaste porque te acusé.

Bitácora del ciudadano de a pie.


Yo te acuso que me acusaste porque te acusé.



El culebrón, payasada o circo BCRA (las tres carecterizaciones son usadas con similar frecuencia por las personas corrientes en las callecitas de Buenos Aires), continúa sin variantes. Las novedades no han sido demasiadas ni tampoco importantes. Tal vez deba destacarse que la denuncia penal contra Federico Pinedo por parte del Gobierno, acusando al hombre del PRO de fraude procesal, fue presentada nomás. Esa presentación motivó que el jefe de Gobierno Mauricio Macri saliera a defender su hombre quien, al decir de Rafael Bielsa, es uno de los pocos si no el único cuadro del PRO que es culto e inteligente. Más allá de esta humorada que Bielsa se permitió anoche en 678 donde estuvo como invitado, lo cierto fue que el espectáculo de Mauricio Macri dio en el momento de defender a Pinedo en una conferencia de prensa fue un episodio más de su ya larga exposición al ridículo.

A propósito del jefe de gobierno de la CABA: el tipo se mandó cuatro vetos al toque a sendas normas aprobadas por la Legisltura en noviembre último. La noticia fue ignorada tanto por Clarín como por La Nación. La ausencia de la nota en Clarín no asombra, dada la macrifilia del diario de la Noble. En cuanto al silencio de La Nación, es interesante verlo de este modo: como las leyes vetadas estaban destinadas a evitar la violación de los derechos humanos en el ámbito de la Capital, la noticia de esa medida ejecutiva, en épocas normales habría sido explotada por La Nación. Pero como en estas circunstancias por la que atraviesa el país a raíz de la operación Piedra China al Gobierno nacional, la mención de un titular de un jefe de gobierno que se manda cuatro vetos en un solo acto es algo que no conviene publicar, ya que el diario viene hablando de la vetocracia que se avecina en el Ejecutivo nacional. Así que... silencio y mutis por el foro. La tribuna de doctrina es extraordinariamente burda.

La Presidenta Cristina Fernández aprovechó la circunstancia de un acto menor, ayer por la tarde, para volver a cargar contra la oposición. Es interesante un concepto dicho por la Presidenta, que destaco: "Creo -dijo- que los relatos mediáticos se han caído, se han desmoronado estrepitosamente en estos días". Y está en lo cierto. Tal vez hubiese sido más justo afirmar que los relatos mediáticos se están desmoronando estrepitosamente en estos días. Pero la idea es la misma. Sigo insistiendo en la crencia de que esta movida mediática y política -una auténtica opereta- les está resultando un búmeran a los políticos de la oposición. No a los grupos económicos, porque de ellos debe esperarse que continúen con sus relatos falaces. Pero creo que las personas del común, que ven -que vemos- todo este circo como espectadores desinteresados están dándose cuenta, a ritmo acelerado, del triste papel de sirvientes del poder económico y de las corporaciones que están cumpliendo los políticos de presencia mediática.

En fin. El culebrón circo payasada sigue por los pasillos del Palacio de Justicia, sin demasiadas variantes. El famoso juez Griesa de USA jugó una cartita más en su juego y Héctor Martín Pérez Redrado sigue como okupa en el BCRA. Habrá que seguir esperando el desenlace y luego hacer un balance. Estimo que, de seguir así, será muy positivo para el gobierno. La CGT ya declaró el estado de alerta y volvió a ratificar su apoyo a Cristina. Nunca está demás, ¿vistes?

Para terminar, los abogados de la señora Herrera de Noble pidieron la nulidad del procedimiento de recolección de muestras de ADN de los domicilios de sus hijos. Como ya es público, la pretensión de la dueña de Clarín es que las muestras de ADN tomadas de la sangre sean procesadas en el Cuerpo Médico Forense y sean comparadas con las de las dos querellantes originales. Pero las muestras tomadas al día siguiente del primer procedimiento, en los domicilio de los jóvenes por orden del juez Bergesio deberían ser procesadas en el Banco Nacional de Datos Genéticos y comparadas con las muestras de todos los que existen en el Banco. Y esto es lo que impugnan los abogados de la Noble. Habrá que esperar. Después de tantos años, un poco más de espera... Así es la justicia, che.

Por último, no ha podido el ciudadano de a pie permanecer indiferente a la tragedia de Haití. No porque la televisión abusara de imágenes, sino porque al pasar de las horas, y de los días, se toma conciencia de la magnitud de la catástrofe. El relato hecho por el embajador argentino en Haití anoche, por las pantallas de canal 7, fue muy claro. La magnitud del sismo, sumada a las paupérrimas infraestructuras de todo tipo que es lo común en Haiti hacen de esta catástrofe una de las más duras en región americana.

Au revoir.

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