sábado, 30 de enero de 2010

Redrado. Un retrato.


Bitácora del ciudadano de a pie. Leyendo los diarios.

Redrado: Un retrato.

Quienes, además de leerlo en Pagina/12, seguimos a Mario Wainfeld en Radio Nacional (Una vuelta nacional, el programa de Héctor Larrea, lunes a viernes de 9 a 12, y su propio programa En Algo nos Parecemos, los sábados de 10 a 12), conocíamos los juicios de valor que el periodista tenía de Martín Pérez Redrado, a quien tuvo oportunidad de tratar, alguna vez o algunas veces, en su función de periodista. Wainfeld había estado de vacaciones las dos primeras semanas de enero, razón por la cual tomó el tema del culebrón de Redrado cuando éste ya estaba desarrollado y se conocía el final anticipadamente, cosa que para los culebrones, dicho sea al pasar, no es muy estimulante.

Pero, a pesar de que los comentarios de quien es responsable de los análisis políticos en el programa de Larrea abarcaron dos de las cuatro semanas que duró la telenovela, los oyentes del programa pudimos armar, con las piezas de puzzle que recibíamos a diario desde la radio, una imagen bastante clara acerca del golden boy que anoche ocupó nadie sabe cuántas horas de pantalla de tevé. Pero finalmente hoy, cuando el culebrón argento (Único culebrón del mundo que se dio por televisión, radio y periódicos en simultáneo a pesar de un rating despreciable); hoy, decía, cuando el culebrón argento ha terminado, Mario Wainfeld nos regala una página brillante en lo estético y contundente en lo conceptual.

Uno se tienta en creer, vamos, que la estuvo amasando (permítame usted el verbo, amigo lector, aunque el correcto sea pulir) durante esas dos semanas. Tal vez no; tal vez fue el producto de una noche inspirada. Pero si fue así, elogios para sus musas.*

No soy de copiar y pegar. No me parece correcto cuando no se justifica, por hallarse el texto recomendable al alcance de la mano. Y éste es un caso: el texto está al alcance de la mano. Basta un click para acceder a él. De todos modos, no me puedo resistir a la tentación de pegar aquí un par de párrafos.


Martín Redrado habló de su tema favorito, él mismo. Fue en términos encomiásticos. Las palabras que más repitió fueron “instituciones” y “república” (o sus modismos) para aludir al objeto de sus desvelos y “técnico” para pintar su autorretrato. Demasiados adverbios de modo y reiteraciones de palabras en una misma frase dieron señales de nerviosismo. El resto fue su número habitual: sonrisas, uso del nombre de pila como vocativo para dirigirse a ciertos periodistas, manejo escénico. El mechón estudiadamente rebelde también se mantuvo en regla.

(…)

Si un politólogo sueco poco avisado hubiera aterrizado ayer en la conferencia de prensa podría haber concluido que el Golden Boy era un tipo de fierro, que fue quebrando la feble voluntad de Néstor y Cristina Kirchner. El problema es que ese relato no le cabe a ningún argentino medianamente informado. Adolece de falsedad y lo que es peor, de inverosimilitud. Nadie proclama, nadie cree que cualquiera puede llevar de la nariz o pararles el carro a cada rato a los Kirchner.

(…)

Cometió varios errores no forzados. Bartoleó amenazas en sucesivos off the record. Tuvo un traspié cuando desmintió a Clarín, su principal sponsor. Le mandó un ultimátum descalificatorio a la Bicameral, embroncando a sus dos integrantes opositores.

La dirigencia opositora se hastió de un recién llegado que quería ponerse en el pelotón de punta de los expectables para el 2011. Con el tema relevante en el Parlamento, Redrado estaba de más. Su ambición y egolatría suscitaron runrunes en la propia city, se convirtió en un escollo para la reparación institucional.

(…)

El Ejecutivo, de movida, eligió no tomar en cuenta la renuncia. Ansía, a esta altura de la velada, que se redondee el trámite parlamentario y despedirlo de acuerdo al artículo 9 de la Carta Orgánica del Central, o sea “por incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Queda por verse si la Bicameral emite los “consejos”. Si así fuera, el politólogo sueco se asombraría al cotejar las diferencias que tendrán con el “canto a mí mismo” de ayer.

Fuente: Mario Wainfeld. En mal momento, en Pagina/12.



En ese tono y con esa calidad literaria está toda la nota. Altamente recomendable su lectura.

Edición posterior a la publicación de la entrada: En su programa de los sábados, Mario Wainfeld confesó hoy que la conferencia de prensa de Martín Redrado de anoche lo obligó a escribir una nueva nota sobre el cierre de la edición del diario. Tal vez fue la Musa Fastidio la que lo inspiró. Para un texto con plazo de entrega perentorio, no está nada mal. :-)

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