miércoles, 2 de junio de 2010

El caso Noble Herrera y los barras bravas del teclado

Caso Noble Herrera: guerra mediática.

El caso Herrera Noble en su tramo final.
La presión mediática.



1. Clarín. Lento para informar. ¿Casualidad?

El domingo 16 de mayo, en su columna habitual en Página/12, Horacio Verbitsky dio a conocer que la Cámara de Diputados, por unanimidad y sin abstenciones, declaró Política de Estado a las políticas de derechos humanos llevadas a cabo por los diversos gobiernos democráticos desde 1983. Esta noticia fue destacada en su momento en este blog. Faltó decir en el resumen que se publicó en este blog que la iniciativa había sido un presentada a consideración de la Cámara como un aporte del CELS al Bicentenario. En la introducción a su nota, publicada días después de que esa declaración fuese aprobada, Horacio Verbitsky decía:

Esta excepcional decisión, por encima de los enconos políticos, fue silenciada por La Nación, que aboga por la impunidad, y por Clarín, que tergiversa o denigra cualquier acto que sospeche merecedor de la simpatía oficial.


Sorpresivamente (o no), tres semanas más tarde de que la declaración fuese tomada por la Cámara de Diputados, Clarin se anoticia tardíamente de la novedad y con fecha de hoy, 2 de junio, la publica. Una parte del texto es este:

De la mano de los festejos del Bicentenario, la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad días atrás un proyecto de declaración impulsado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), a través del que se declaró “política de Estado” a los juicios por crímenes de lesa humanidad que se llevan adelante en todo el país e involucran a más de medio centenar de responsables de graves violaciones de derechos humanos durante la dictadura.


La expresión "de la mano de los festejos del Bicentenario" tiene connotaciones, para un lector desavisado de hoy, muy diversas a las que pudieron tener para ese mismo lector el 16 de mayo. En efecto, dicho así, hoy, conlleva la intención de meter en la cabeza del lector que esa declaración fue metida entre gallos y medianoche, en medio del tumulto de los festejos del Bicentenario. Una chicana perversa, tal como la que eligió Adrián Ventura para meter en su nota (censurada por su propio diario) en que informaba sobre los procemientos judiciales que obtuvieron las prendas de vestir de Felipe y Marcela Noble Herrera, que los "vejámenes" se habían producido en momentos en que las personas estaban ocupadas viendo por la tele la partida a Sudáfrica de la selección de fútbol.

Pero más allá de esta chicana retórica, la pregunta sería: ¿Por qué Clarín decide publicar la noticia hoy, tres semanas después? Alguna respuesta debe haber. Todavía no sé cuál es, pero tengo el derecho de sospechar que está relacionada con la defensa tribunalicia de la señora Herrera vda de Noble, o con su nueva defensa, que está en manos de Gabriel Cavallo desde hace unos días.

En esta parte del texto de la nota de Clarin quizás esté la puntita de esa respuesta aún no conocida:

El proyecto, que llevó las firmas de Chillier y del periodista Horacio Verbitsky, presidente del organismo de derechos humanos, tras ser aprobado por unanimidad fue adoptado como propio por la Comisión de Derechos Humanos que preside la diputada de Libres del Sur, Victoria Donda, y cuyos vicepresidentes son el kirchnerista Remo Carlotto y Elisa Carca, de la Coalición Cívica.


¿Va captando, amigo lector, cómo se juegan ciertos partidos en las grandes ligas de la Justicia? En estos partidos, las barras bravas mediáticas son fundamentales.


2. Todo por dos pesos.

Joaquín Morales Solá equipara los huevazos a Alfredo De Angeli y el robo en la casa de Eduardo Buzzi a la "humillación de la justicia" a los hermanos Noble Herrera. Esta enumeración correlativa adquiere sentido sólo si se pretende sugerir que todos esos actos obedecen a una misma causa. Esto, desde ya es un despropósito. Pero los barras bravas no se destacan, como se sabe, por el buen juicio de sus juicios.

Para que al lector no le queden dudas que todos estos actos, y otros, están movidos por los hilos invisibles del gran titiritero K, estampa Morales Solá más cánticos de barra brava.

...el ímpetu de magistrados más cercanos a los intereses del Gobierno. La primera prueba la dio el juez Norberto Oyarbide cuando procesó a Mauricio Macri sin argumentos más serios que sus intuiciones, influidas por sus propias deducciones. El segundo experimento lo acaba de hacer la jueza Sandra Arroyo Salgado cuando sometió a los hijos de la directora de Clarín a una insoportable experiencia humana; ordenó que los trataran como cómplices de victimarios después de que la Justicia los considerara durante años supuestas víctimas.


Y añade más adelante el periodista digno de figurar entre los representantes de La Doce o Los borrachos del tablón

Ni siquiera está debidamente probado que hayan sido víctimas. Es un caso único en sus características en el proceso de búsqueda de niños desaparecidos en la dictadura. Nunca antes ninguna otra persona, involucrada en esos procesos, sufrió semejante exposición pública ni tanto maltrato. Tal excepcionalidad se da en un momento de indisimulada furia oficial contra el diario que dirige la madre de los jóvenes Noble Herrera.

fuente: Morales Solá y los hermanos Noble Herrera


Pasa por alto Joaquín Morales Solá que la solución siempre estuvo en manos de la señora Herrera viuda de Noble: era suficiente una muestra de sangre para despejar toda duda en un mes. Y pasa por alto también que la decisión de la madre de los hoy jóvenes fue prolongar la insoportable experiencia humana para sus hijos durante años y años, para finalmente exponerlos, ella misma, en un vídeo que según algunos medios han denunciado como producido por una agencia de publicidad, y repetido hasta el cansancio en su propio canal de noticias, TN. Si eso no es someter a sus hijos adopatados a una insoportable experiencia humana, ¿entonces qué es?


3. Los barras bravas no esperarán que pase el Mundial de Sudáfrica.

Los barras bravas del teclado no esperarán a que finalice el Mundial de Sudáfrica para teclear con furia: presionarán desde hoy mismo y a toda hora para evitar que se realice el cotejo de las muestras biológicas de Marcela y Felipe Noble Herrero con las muestras de familiares de desaparecidos que se encuentran en el BNDG; para ameddrentar a buena parte de la justicia; para socavar el prestigio del Banco Nacional de Datos Genéticos.

En estos días veremos infinitas muestras de esta ofensiva, en los medios gráficos, en los medios audiovisuales y en todo ámbito, sobre todo el judicial.

No es casual que anteayer hubo de salir la jueza Sandra Arroyo Salgado a enfrentar a los medios. No es casual que Abuelas de Plaza de Mayo haya dado una conferencia de prensa denunciando a Ernestina Herrera viuda de Noble como obstructora de la Justicia. La guerra mediática está declarada. No está dirigida, como se podría creer de primera lectura, al pueblo, a la sociedad. Ésta, en su conjunto, la tiene clara. No: toda la campaña mediática está destinada a eso que denunció Abuelas: a obstruir a la justicia. Y la Justicia se defiende en los medios también.

Otro de los barras bravas del teclado, ayer, estampó en la nota editorial de La Nación un vocablo temible: tortura.

Como se ve, ha llegado la hora de hablar con voz clara y valiente. Ayer, en una entrevista radial, Horacio Verbitsky dijo que Gabriel Cavallo había recibido un "norme premio de la sociedad y que decidió cambiarlo por un plato de lentejas."

La expresión metafórica es clara, pero inoportuna: el hijo pródigo de la fábula bíblica finalmente regresó a la cas paterna, arrepentido. Del camino elegido por Gabriel Cavallo no se vuelve. Ayer, en radio Mitre, sin pudor alguno, calificó al Banco Nacional de Datos Genéticos como el "enemigo". De ésa, no se vuelve.

Alfredo Arri.

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