martes, 22 de junio de 2010

Fidel Castro, la guerra y el fútbol.

Bitácora del ciudadano de a pie.
Reflexiones alpedísticas.


Guerra, fútbol, metáforas.
Fidel Castro y el Imperio
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Hoy juegan Argentina y Grecia el último partido de la primera ronda de la copa del mundo. La clasificación de la selección nacional para la rueda siguiente está cerca de lograrse, y seis puntos a favor es una ventaja tranquilizadora. No obstante, el partido despertará la debida atención esta tarde, conforme a fuerza convocante que la Copa tiene para todo el mundo en general y para nosotros los argentinos en particular.

Esta atención universal que ha despertado la copa Sudáfrica 2010 incluye a personajes completamente extraños al fútbol -aunque no a lo popular- como es Fidel Castro.

Es una curiosidad digna de esta reflexión, más humilde, de un ciudadano de a pie, ésa de que en sus últimas tres Reflexiones... Fidel Castro haya entretejido el tema del fútbol, más precisamente de la Copa Sudáfrica 2010 entre los dramáticos conceptos políticos que esas tres Reflexiones... incluyen.

Lo primero que a uno se le ocurriría imaginar es que Fidel Castro está aprendiendo los pininos de las artes cibernéticas y entreteje el fútbol con sus conceptos políticos con el objetivo de atraer a los robos buscadores hacia sus Reflexiones... y de ese modo ganar más lectores... Pero esto es poco probable. Otra explicación sencilla sería que no quiere quedar descolgado del tema que atrae a todo el mundo en este mes; que no aparezcan sus reflexiones como alejadas de lo que los pueblos tienen en sus cabezas por estos días. Pero esto también carece de sentido, ya que la gravedad de lo que las últimas reflexiones de Fidel Castro es tan grande que no dejan lugar para la especulación, digamos... retórica.

Entonces me queda otra explicación, que es la que menos me agrada, pero que, al menos, tiene sentido. Y esta explicación sería la siguiente: En sus tres últimas Reflexiones..., Fidel Castro anuncia la inminencia de una guerra catastrófica para la humanidad. En sus análisis repasa el inventario de todos los elementos de juicio que le llegan para concluir que el Imperio, aun con Obama a la cabeza, desatará una guerra en Corea, o en Irán, o en ambas partes. Ante este escenario, la indiferencia del mundo, que es sordo y es mudo, se expresa en la idiotización masiva de los pueblos a través del fútbol. Por supuesto, Fidel Castro no habla, ni de idiotización, ni de pan y circo, ni de la sordera y mudez del mundo. Pero, sí dice que mientras los aviones de Israel piden luz verde y los barcos yanquis e israelíes están en movimiento, o que es probable que hayan sido los yanquis quienes le hundieron una fragata a sus aliados surcoreanos, los pueblos están pendientes del fixture Sudáfrica 2010.

Imaginemos que el mundo explote por los aires en estos días; imaginemos que alguien sobreviva a esa catástrofe universal. Naturalmente se preguntará: ¿Cómo dejamos que pase esto? En ese escenario de ficción, una respuesta obvia sería, en términos metafóricos: por estar entretenidos con la pelotita, como auténticos pelotudos.

De este modo, mi interpretación de esa rareza de Fidel Castro de entretejer ese acontecimiento mediático, deportivo y comercial con cuestiones tan graves como una flagrante guerra nuclear, no serían más que una piadosa metáfora.

Con palabras menos metafóricas y más redondas, alguien ha estampado este juicio en medio de un análisis de la crisis económico financiera que padece Europa en estos días. Dice un autor: si los beneficiados por el estado de bienestar no se levantan a defender sus conquistas... pues bien merecidos se tienen los ajustes.

Si el mundo está por estallar en una guerra de características trágicas para la humanidad mientras la humanidad entera permanece dorminda, sumida en la indiferencia, el desdén... bueno, ¿qué otra cosa que la conmiseración hacia los pueblos por los que ha luchado toda su vida puede sentir un viejo luchador que está por dejar el mundo con la amarga sensación de haber predicado en el desierto?

Queda la esperanza, de todos modos, de que las cosas no sean del modo como las ve Fidel Castro.

Por dos caminos: Uno: tal vez, si el Imperio se lanza a la aventura, de nada le servirá la Copa Sudáfrica 2010, y los pueblos, en una muy buena parte, se lanzarán a las calles en la defensa de la humanidad, destruyendo con palos y piedras las embajadas del imperio y sus cómplices en todo el mundo, con tanta contundencia como para parar la tragedia. O el otro camino, penoso pero al mismo tiempo esperanzador, es que Fidel Castro esté gagá y sus análisis hayan perdido la objetividad que han tenido desde siempre.

Nos queda a los tipitos de a pie, pues, esperar para ver. Por lo pronto, hoy nos sumaremos al coro de argentinos que nos plantaremos frente al televisor para ver las alternativas del último partido de la rueda clasificatoria en la Copa Sudáfrica 2010. Y si el mundo explota, francamente, no sé qué haremos.

Actualización del 26 de junio de 2010:

Luego de publicada esta entrada, Fidel Castro ha publicado una nueva Reflexión..., la cuarta de esta serie fútbol-guerra, con fecha 24 de marzo, que titula, significativamente: Cómo me gustaría estar equivocado.

En esta cuarta nota de esa saga, Fidel Castro afina más su análisis. Rectifica algunos conceptos y añade otros que en su tercera nota no estaban, aunque eran hechos conocidos de horas en ocasión de la publicación anterior. Me refiero, claro, al paso de una flota de barcos yanquis e israelíes por el canal de Suez, rumbo a Irán.

Naturalmente, su lectura se recomienda con idéntico énfasis a la recomendación anterior.



Alfredo Arri.


Nota: las tres últimas "Reflexiones de Fidel Castro" (ahora cuatro) que se aluden aquí son:

En los umbrales de la tragedia. (08/06/10)

El zarpazo al acecho. (10/06/10)

La contienda inevitable (16/06/10)

Cómo me gustaría estar equivocado (24/06/10)

Saber la verdad a tiempo. 27/06/10

La felicidad imposible. 04/07/10

1 comentario:

  1. Este mensaje es para la secretaria del blog: Si se sienta en las rodillas del moderador, que se olvide de mí, no estoy para compartir sus afectos con nadie.
    Por otra parte, Theodore Smart, muy buenos tus comentarios sobre los artículos de Fidel que ojalá, como bien desea, esté equivocado. Sin embargo creo que en todo caso el error puede estar en el método de dominación y no en los resultados, que a todas luces se está logrando en vista de la alienación que las masas demuestran apartándose de las cosas verdaderamente importantes a cambio del circo.

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