martes, 29 de junio de 2010

Paul Krugman anticipa la tercera depresión.

Crisis. Economía.

Paul Krugman critica la política del g-20
respecto a cómo enfrentar la crisis mundial
y anticipa una nueva depresión.


The New York Times publica un artículo firmado por Paul Krugman, que La Nación de Buenos Aires reproduce y que traigo aquí.

El artículo del economista está escrito para los lectores de diarios yanquis, o sea, en lenguaje billikeniano. Pero, si uno pasa por alto ese pequeño detalle si se quiere formal, el texto sirve para conocer la posición de este Nobel de economía respecto a lo acaecido en la última reunión del G-20 en Toronto.

Su posición no difiere demasiado de la que tienen los líderes de las naciones emergentes que concurrieron a la reunión de Canadá, especialmente la de nuestra Presidenta. Pero, más allá de esta posición con respecto a de qué manera se ha enfrentado la crisis 2007-2008, Krugman va más lejos y afirma que el mundo ingresa a una tercera Depresión, para la cual el capitalismo deberá esperar largos años de altas tasas de desempleo, recesión y deflación.

Unos párrafos de la nota:

Y es cierto que los inversores han atacado a los gobiernos con déficits irremediables. Pero no hay ninguna evidencia de que la austeridad fiscal a corto plazo, ante una economía deprimida, sirva para tranquilizar a los inversores.

Todo lo contrario: Grecia ha accedido a un estricto plan de austeridad, sólo para descubrir que su riesgo país sigue creciendo; Irlanda ha impuesto salvajes recortes a su gasto público, sólo para que los mercados la consideren aún más riesgosa que España.

Es casi como si los mercados financieros entendieran aquello que los políticos no parecen comprender: que aunque la responsabilidad fiscal a largo plazo es importante, rebajar drásticamente el gasto en una depresión, profundizándola y abriendo paso a la deflación, es una actitud verdaderamente autodestructiva.


fuente: Paul Krugman, El mundo, ante la tercera depresión. La Nación. link para texto completo al final de esta entrada.


El economista termina su texto con estas palabras:

¿Y quién pagará el precio de este triunfo de la ortodoxia? La respuesta es: decenas de millones de trabajadores desocupados, mucho de los cuales seguirán sin empleo durante años, y algunos de los cuales nunca más volverán a trabajar.


Nada nuevo. Pero, a pesar de las múltiples voces que alertan acerca del error grave que comete la Eurozona al proteger a sus propios centros de poder financieros a costa de los trabajadores, la ortodoxia ha triunfado y las consecuencias se verán muy pronto. O no. Tal vez, como en el caso de la Gran Depresión, el capitalismo busque la salida salvadora a través de la guerra. O de las guerras.

OpiniónEl mundo, ante la tercera depresión

Paul Krugman

lanacion.com | Exterior | Martes 29 de junio de 2010

1 comentario:

  1. De economía poco sé. Hasta aquí me mantuve y otro tanto a mi familia directa. Nunca pude evitar que me explotaran al igual que a todos los que viven de su trabajo personal, salvo ese detalle sobrellevé mi vida, mejor que muchos, por suerte y probablemente por algún merecimiento personal. ¿A qué viene todo esto? A que estoy convencido que mientras los que vivimos de nuestro trabajo: obreros, empleados, técnicos, profesionales, que se yo, agregale campesinos (me refiero a los que laburan, no a los que tienen “campos”) no conformemos un grupo económico con claridad conceptual para defender nuestros intereses y acabemos con la explotación capitalista (o llamala como gustes) los “dirigentes” se van a seguir “equivocando”.
    Que no es tanto un error, como una insistencia en continuar la explotación (¿Se la puede llamar de otra manera?). En nuestro país, no alcanza lo que producen todos los trabajadores para pagar jubilaciones dignas, pero si para que hagan negocios las empresas con “interesante” rentabilidad. ¿Tiene que ver la rentabilidad con otra cosa que la “plusvalía”?. Las “burbujas financieras” son otra cosa que otra manera de explotación. Les creo menos a los economistas (en su mayoría) que a los psicoanalistas.

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