viernes, 25 de junio de 2010

El radicalismo y el Gen no cayeron en la trampa.

La bitácora del ciudadano de a pie.
Política nacional.



Políticos de raza y los políticos forros.
Lerdos, pero al fin y al cabo dignos.


Una significativa parte de los opositores parece haber tomado conciencia de que, de seguir actuando como meros operadores de los grupos de poder que este gobierno ha lastimado, y nada más que por hacer antikirchnerismo, lo único que consiguen es alejarse más y más del pueblo en general. Han tardado casi un año en darse cuenta, pero se han dado cuenta. Veamos:

La negativa de varios opositores a formar una comisión investigadora alrededor del "caso Sadous" (uno de los más burdos casos de operaciones mediático-políticas que se han llevado a cabo en los últimos tiempos), debe ser interpretada en esa conciencia de la dignidad. El radicalismo, El Gen de Margarita Stolbizer y los opositores que reúne Fernando Solanas no se han sumado a esa movida política, promovida desde Clarin y La Nación. Los directamente comprometidos con los grupos mediático-políticos, los peronistas federales, fueron los únicos que se prestaron, mansamente, a operar en favor de Magnetto, Mitre y Saguier.

El tema de las coimas venezolanas ya fue analizado en este blog. En efecto, en dos notas del 28 de abril y 6 de mayo, se desnudó el carácter de operación mediática multinacional (o sea, dirigida desde el Norte) en contra de Venezuela y, ya que estamos, en contra del kirchnerismo, acusado, nada menos que de chavista. En otras palabras: el objetivo mediático: hacer antichavismo explícito donde ni siquiera hay chavismo. O sea, muy burdo.

Después de que la operación mediática lanzada a fines de abril fracasó, el tema pasó al olvido. Pero ahora, cuando se está por develar el origen biológico de los hijos de Ernestina Herrera vda de Noble y cuando se avanza judicialmente en el escándalo Papel Prensa, el tema es reflotado en los medios. En dos medios. Pero esta vez con un agravante: lograr el compromiso de la clase política para que se sumara a la opereta.

Ayer mismo publicaba La Nación, horas antes de que se produjera la presencia del embajador Sadous en el Congreso, una nota de Adrian Ventura en la que le marcaba el rumbo a la clase política.

La Comisión de Relaciones Exteriores no debería conformarse con reproducir en el Congreso la investigación que realiza la Justicia: poco significará mañana haber escuchado al ex embajador argentino Eduardo Sadous repetir lo que ya declaró en la Justicia, hace un mes, si, además, el Congreso no le brinda apoyo político a la Justicia y presiona al Gobierno para replantear una relación bilateral que está teñida de sospechas.

(...)

La Justicia, sin duda, es la que debe cargar sobre sus espaldas con la tarea de esclarecer aquellos hechos.

Pero el Congreso no puede desconocer que, por más voluntad que puedan poner los jueces federales Julián Ercolini y Daniel Petrone, los tiempos judiciales son lentos; habitualmente los jueces están sometidos a presiones y hay enormes dificultades para superar trabas burocráticas oficiales o para acceder a las rutas internacionales del dinero. Es natural que los diputados, cuando actúan, hagan política. Pero deberían hacer algo más: buscar pruebas críticas, aquí y en el exterior, que la Justicia tiene dificultades para obtener y apoyar aquella investigación.

fuente: La Nación.

Con total descaro. Honestidad brutal, que le dicen.

Ya a fines de abril y principios de mayo los analistas de La Nación habían advertido que poco se había de lograr por la vía judicial. Aquí se le adjudica a la lentitud de la justicia esa escasa esperanza. En realidad, de lo que se trata es de ocultar que, en el rebuscado tema de las coimas venezolanas, no hay delito.

En fin. En esta ocasión, una buena parte de los políticos opositores al gobierno no han caído en esa trampa.

Han tardado un año. Exactamente un año atrás, los resultados de las elecciones legislativas fueron utilizados por los medios del establishment para inventar la entelequia "la oposición", es decir, darle carácter de homogéneo a lo heterogéneo, y para "marcar la agenda" de los políticos no oficialistas, englobados todos en esa entelequia. Durante un año, todos los politicos no oficialistas se prestaron a ese juego y el resultado fue desastroso para los opositores: fue tan burdo que la opinión pública se dio cuenta del papel de forros que estos hombres y mujeres estaban cumpliendo. El novelón Redrado y el destrato a Mercedes Marcó del Pont fue, sin duda, el punto de inflexión a partir del cual los políticos más lúcidos llegaron a preguntarse con toda honestidad: ¿Qué estamos haciendo?

Todavía algunos siguen cayendo en las trampas que les tiende el establishment. Por ejemplo, Margarita Stolbizer dio el presente en esa lamentable reunión de la semana anterior organizada por Roberto Dromi y bendecida por Bergoglio. Lamentable, por cierto. Ricardo Alfonsín, al menos, mandó una carta de adhesión pero no prestó su humanidad a tan retrógrada reunión política.

Los diversos políticos opositores convergerán, naturalmente, hacia sus propias alianzas y bases programáticas para el 2011. Cuanto más rápido se liberen de las trampas que les tienden los medios del establishment, más se acercarán al pueblo, es decir, a los electores. Sólo los Macri necesitan de los medios, ya que sin ellos no son nada ni nadie, pero no los políticos de raza.

Este despegarse de los grandes medios por parte de buena parte de los políticos opositores es, pues, una buena noticia.


Alfredo Arri


Notas relacionadas en este blog:


28 de abril Medios y poder. El mensaje es claro: no negociar con venezuela.

6 de mayo. En la caida, Clarin se lleva puesto a cualquiera.

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