domingo, 27 de junio de 2010

Irán, la guerra de Obama.

Crisis internacional. Irán, la guerra de Obama.

Las Reflexiones de Fidel y el peligroso momento que transita la humanidad. Una vuelta de tuerca sobre el tema de los vientos de guerra que soplan en el mundo; en esta ocasión, por parte de Atilio Borón.


Días atrás, consigné en este blog la existencia de una saga de Reflexiones de Fidel Castro, en las cuales el viejo revolucionario parece dar el alerta acerca de la inminencia de una guerra que el Imperio desatará en estos días. La excusa podría ser Irán, o Corea del Norte, pero la causa última sería nada menos que la naturaleza de alacrán del propio imperialismo, que requiere de guerras para superar sus crisis.

Mencionaba en aquella entrada la curiosidad de que Fidel Castro, ante la posibilidad de una flagrante tragedia para la humanidad, hubiera elegido la metáfora futbolera para describir la indiferencia del mundo, que es sordo y es mudo. Mis modestas reflexiones están en esa entrada y a ella remito a mi lector.

En esa misma entrada, en ediciones posteriores, añadí notas relacionadas, con sus links. Estas notas continúan apareciendo, de modo tal que si continúo editando aquella entrada para actualizarla, terminaré por convertir ese post original en un buscador. Así que decidí incorporar las nuevas notas relacionadas que aparezcan sobre el tema en entradas independientes.

En ese plan, vengo aquí a reproducir un texto de Atilio Borón, publicado en su blog y en Rebelión. El texto está íntimimente relacionado con el tema de la entrada de este blog antes mencionada, y dice así:

Irán, la guerra de Obama.


Amitai Eztioni es uno de los sociólogos más influyentes del mundo. Nacido en Alemania y emigrado a Israel en los años fundacionales de ese estado, se radicó tiempo después en Estados Unidos donde inició una larga carrera académica que lo llevó a transitar por varias de las más prestigiosas universidades de ese país: Berkeley, Columbia, Harvard, hasta culminar, en los últimos años en Washington, D.C., como Profesor de Relaciones Internacionales de la George Washington University. Pero sus actividades no se limitaron a los claustros universitarios: fue un permanente hombre de consulta de diversos presidentes norteamericanos, especialmente de James Carter y Bill Clinton. Y desde el 11/9, con el auge del belicismo su voz ha resonado con creciente fuerza en el establishment norteamericano. Hace pocos días ofreció un nuevo ejemplo de ello.

Incondicional apologista del Estado de Israel, acaba de publicar en la MilitaryReview, una revista especializada del Ejército de Estados Unidos, un artículo que pone en evidencia el “clima de opinión” que prevalece en la derecha norteamericana, el complejo militar-industrial y en los más encumbrados sectores de la administración, y muy especialmente en el Pentágono. El título de su artículo lo dice todo: “Un Irán con armas nucleares, ¿puede ser disuadido?” La respuesta, huelga aclararlo, es negativa. Esta publicación no podía llegar en un momento más oportuno para los guerreristas estadounidenses, cuando reiteradas informaciones –silenciadas por la prensa que se autodenomina “libre” o “independiente”- hablan del desplazamiento de navíos de guerra estadounidenses e israelíes a través del Canal de Suez y en dirección a Irán, lo que hace temer la inminencia de una guerra. En varias de sus últimas “Reflexiones” el Comandante Fidel Castro había advertido, con su habitual lucidez, sobre las ominosas implicaciones de la escalada desatada por Washington en contra de los iraníes, cuya pauta no difiere sino en lo anecdótico de la utilizada para justificar la agresión a Irak: acoso diplomático, denuncias ante la ONU, sanciones cada vez más rigurosas del Consejo de Seguridad, “incumplimiento” de Teherán y el inevitable desenlace militar.

Las sombrías predicciones del Comandante lucen como optimistas por comparación a lo que plantea este tenebroso ideólogo de los halcones norteamericanos. En una entrevista concedida el miércoles pasado a Natasha Mozgovaya, corresponsal del periódico israelí Haaretz en Estados Unidos, Etzioni ratifica lo expresado en la Military Review, a saber: Irán pretende construir un arsenal nuclear y eso es inaceptable. La única opción es un ejemplarizador ataque militar y, es preferible desatarlo un mes antes y no diez días después de que el satanizado Irán disponga de la bomba atómica. En su artículo el profesor de la GWU insiste en señalar que cualquier otra alternativa debe ser descartada: la diplomacia fracasó; las sanciones de la ONU carecen de eficacia; bombardear las instalaciones nucleares no cambiaría muchos las cosas porque, según declaraciones del Secretario de Defensa Robert Gates, lo único que se lograría sería retrasar el avance del proyecto atómico iraní por tres años; y, por último, la disuasión no funciona con "actores no racionales" como el actual gobierno de Irán, dominado por el irracionalismo fundamentalista que contrasta con la mesura y racionalidad de gobernantes israelíes que asesinan a activistas humanitarios en pleno Mediterráneo. Por consiguiente, lo único realmente eficaz es destruir la infraestructura de Irán para imposibilitar la continuación de su programa nuclear.

Ese ataque, agrega, “podría ser interpretado por Teherán como una declaración de guerra total”, pero como las tentativas de diálogo ensayadas por Obama fracasaron es urgente e imprescindible adoptar drásticas medidas si Estados Unidos no quiere perder su predominio en Medio Oriente a manos de Irán. Por sus grandes reservas petrolíferas -sólo superadas por Arabia Saudita y Canada, y muy superiores a las de Irak, Kuwait y los Emiratos- Irán excita el ansia de rapiña del imperialismo norteamericano, que con el 3 por ciento de la población mundial consume el 25 por ciento de la producción mundial de petróleo. Además, no hay que olvidar que la guerra es el principal negocio del complejo militar-industrial, de modo que para sostener sus ganancias hay que utilizar y destruir aviones, cohetes, helicópteros, etcétera. Así, la diabólica pareja formada por la “guerra preventiva” y la “guerra infinita” continúa inalterable su curso, ahora bajo la presidencia de un Premio Nóbel de la Paz cuyo servilismo ante tan oscuros intereses unido a su falta de coraje para honrar ese premio coloca a la humanidad al borde de un abismo.



Como se ve, las últimas Reflexiones de Fidel Castro han hallado eco, no sólo en modestos observadores del mundo como el humilde blogger que firma las entradas de este blog, sino además en analistas conspicuos de la política internacional, como es el caso de Atilio Borón.

Por supuesto que me gustaría que estemos todos equivocados y que nos hallemos muy lejos de una guerra de esas características, pero...

Alfredo Arri

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