jueves, 7 de octubre de 2010

Eugenio Raúl Zaffaroni prepoteado por el establishment

Bitácora del ciudadano de a pie.

Morales Solá, Grondona y van der Kooy
prepotean al juez Zaffaroni.

Como se sabe, semanas atrás, Joaquín Morales Solá lanzó en su columna dominguera que seis jueces de la Corte Suprema ya tenían su fallo adverso al Ejecutivo, y que sólo faltaba el voto de Eugenio Raúl Zaffaroni quien, según el escriba de La Nación, votaría a favor de la posición del kirchnerismo.

Esto originó dos interpretaciones por parte de los ciudadanos del común: o bien Joaquín Morales Solá poseía información priviligiada de la Corte; o bien, dos, utilizaba su columna para presionar a la Corte Suprema de Justicia para que obre en favor de los intereses de sus empleadores (proveedores de sus ingresos).

Como se comprenderá, de las dos opciones, la segunda era la que tenía más sentido. No sólo porque el escriba escribe para defender los intereses de sus empleadores Clarin y La Nación, sino porque entre los abogados en general circulaba la idea de que el recurso extraordinario no podría vencer la inercia de la Corte en materia de cautelares. Esto último permitía anotar unas fichas a que el fallo sería favorable al grupo Clarín.

Es más: la apuesta del columnista del poder era a favor de una medida definitiva de no innovar. Morales Solá wrote:

Saben que sólo falta que el juez Eugenio Zaffaroni deposite su voto a favor del Gobierno en el caso de la ley de medios para que los Kirchner tropiecen con una medida definitiva de no innovar en el artículo más polémico de la ley, el 161, que ordena la desinversión por parte de los actuales propietarios de empresas audiovisuales en el perentorio plazo de un año. Con seis votos en contra del Gobierno, la Corte nunca desistirá de las buenas formas. El voto de Zaffaroni debe existir para que cobren vida concluyente los otros votos, que ya existen.

fuente: http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1308417


Por su parte, la forma de presionar por parte del Ejecutivo y de los ciudadanos que estamos a recontra favor de la ley de medios fue el acto masivo de Plaza Lavalle, acto exitoso en el cual Hebe de Bonafini dio pasto a las fieras. En efecto, al acto del jueves siguieron las columnas de Morales Solá y Mariano Grondona en La Nación en las cuales se mencionó siete veces a Hebe de Bonafini en una de ellas y seis veces en la otra.

Por otro lado, en esos días Eugenio Zaffaroni salió de gira por los medios para decir, entre otras cosas, bueno... Hebe es Hebe, es así; yo no me sentí afectado.

Días después de aquellas columnas enjundiosas de los escribas de la derecha, se conoció el fallo de la Corte alrededor de la cautelar jugada por Clarín para eternizar el plazo de desinversión lo cual, en los hechos, significa la caída de la ley en su parte más importante, esto es, en desarmar el pesadísimo aparato de psicopateo social que han montado los medios privados. En el fallo, como se sabe, hubo unanimidad para la parte resolutiva, aunque apareció dividido en cuanto a las consideraciones. Dos jueces dijeron: esto no va porque nunca fue. Cinco jueces dijeron: si siguen jodiendo con este recurso, este recurso, en cualquier momento, no va más. Entre estos cinco estaba el voto de Eugenio Zaffaroni. ¡Epa! ¿Qué pasó? ¿El chabón se dio vuelta?

Por supuesto, ese tipo de preguntas sólo se le podrían ocurrir a aquellos que habían tomado como verdades reveladas los dichos de Morales Solá en cuanto a los votos que ya estaban seis a uno. Para los otros, para los que teníamos como obvio que los anticipos de Joaquín Morales Solá eran mera presión mediática hacia la Corte, esas preguntas carecen de sentido.

Pero... hete aquí que el escriba, en lugar de hacerse el boludo después de conocido el fallo, sale a la cancha para decir:

La decisión de la Corte estaba tomada desde hacía varias semanas. Los votos de seis miembros del tribunal en contra de la petición del Gobierno se iban amontonando. Faltaba sólo la opinión de Eugenio Zaffaroni, de quien se esperaba que promoviera el único voto a favor de los Kirchner. Pero Zaffaroni no entregaba su voto y eso dilataba la decisión de la Corte. ¿Qué motivó la oportunidad y la unanimidad de la resolución? "Bonafini y Twitter", respondió, seco, un funcionario judicial que suele escuchar a los jueces supremos.

Zaffaroni habría expresado en el plenario de ayer de los máximos jueces que él pertenece a ese cuerpo, que se siente parte de él y que los últimos ataques al tribunal despertaron su solidaridad. No nombró a Bonafini, pero la aludió. No podía aceptar, sobre todo, la calumnia de Bonafini sobre el presidente del tribunal, Ricardo Lorenzetti, al que acusó falsamente de actitudes deshonestas. Zaffaroni había hecho previamente un recorrido mediático con frases más o menos amables hacia el Gobierno. Al final, se distanció del oficialismo con el arma más importante que tiene un juez en sus manos: sus propias resoluciones
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fuente: Una cadena. http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1312176


A lo que añade don Mariano Grondona hoy, en su columna de La Nación:

La decisión judicial, en verdad, ya estaba tomada, pero un solo ministro de la Corte, Eugenio Zaffaroni, había demorado su voto por varias semanas. Su indecisión tenía un carácter simbólico no desdeñable, ya que no habría sido lo mismo que la Corte contrariara al Gobierno mediante una votación dividida a que lo hiciera, como finalmente lo hizo, por una decisión unánime que terminó por resaltar la unidad del supremo tribunal.

Zaffaroni tardaba en pronunciarse porque se hallaba entre la espada de la presión de los Kirchner, cuya ideología en general comparte, y la pared de la solidaridad con los demás ministros de la Corte, que también lo inspiraba. La paradoja fue que la agresiva movilización contra los jueces que presidió Bonafini fue la pesa que inclinó la balanza contra ella y los Kirchner, a quienes terminó por salirles, en consecuencia, el tiro por la culata.

fuente. El empate
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1312325


Y como si esto fuera poco, como claman los vendedores ambulantes que de vez en cuando nos animan el viaje en bondi, escribe don Eduardo van der Kooy en Clarín de hoy:

Difícilmente los Kirchner puedan reparar el daño que hicieron en su relación con la Corte y toda la Justicia. Hubo un dato que pudo ser anecdótico y no lo fue: el vuelco de Zaffaroni , quien se tomó un buen tiempo, entre viajes al interior y el exterior, para resolver su postura sobre la medida cautelar. Su inicial inclinación por tumbar esa cautelar no hubiera modificado el efecto final del fallo. Pero el mensaje de la Corte, tal vez, hubiera perdido dosis de contundencia y facilitado algún palenque al kirchnerismo.

Zaffaroni es el juez que mayores afinidades ideológicas y políticas parece poseer con los Kirchner. Pero con las desmesuras habituales, el matrimonio lo fue dejando en una situación incómoda e insostenible.

fuente: Un fallo...http://www.clarin.com/politica/fallo-puede-interpretarse-senal-Justicia_0_348565173.html


Como se ve, el objeto de los vituperios sutiles de la derecha cerril a sus enemigos es, hoy, Eugenio Zaffaroni. Prepoteado. Puesto en una situación incómoda: si el supremo no desmiente la versión morales solá grondona van der kooy de su comportamiento que aparece cuasi trapero, esta versión adquiriía (por lícita asociación ilícita) altas cuotas de verosimilitud. Y el juez Eugenio Raúl Zaffaroni quedaría ante la opinión pública, ante el ciudadano de a pie, como un hipócrita de marca mayor.

Este ciudadano de a pie comprende que la condición de hombre público que tiene Zaffaroni da lugar a que de él se diga de todo. Y este ciudadano de a pie comprende, también, que no es práctico andar desmintiendo todo el día a todo el mundo. Pero... ¿querés que te diga la verdad? Esta vez la hicieron bien. La prepoteada al juez Zaffaroni es perfecta. Así que... lamentablemente, eso de no responder, de no desmentir, en este caso... no sirve para nada.

Lo demás, es decir, la interpretación que del fallo en sí mismo hacen estos pendolistas del establishment, no merece demasiado análisis. Se la acomodan a su conveniencia. Lo cual no está mal: tienen derecho. Pero esta vez, en ese objetivo, aprovecharon para embadurnar la toga de Eugenio Raúl Zaffaroni.

O tal vez no.



Alfredo Arri


Nota relacionada. Días después de publicado este post, aparece otra versión alrededor del papel del juez Eugenio Raúl Zaffaroni en el tema de la famosa sentencia ni ni. Está en un texto de Mario Wainfeld que publica en Página12 el domingo 10 de octubre de 2010. La parte pertinente al contenido de este post es la siguiente:

(...) a Eugenio Raúl Zaffaroni, quien mucho bregó, como se pasa a contar.

Hay versiones divergentes sobre ese aspecto en el cuarto piso del sombrío Palacio de Tribunales. Algunas aducen que el voto ganador fue esbozado por el presidente Ricardo Lorenzetti, corregido en sucesivas rondas con sus colegas. Otras expresan que Eugenio Raúl Zaffaroni arrancó en minoría de uno contra “la plancha” (el rechazo procesal sin argumentación) que finalmente eligieron sólo Carmen Argibay y Enrique Petracchi. Como Henry Fonda, haciendo de jurado en la película Doce hombres en pugna, Zaffaroni consiguió una sentencia algo más equilibrada convenciendo a sus pares de a uno. Ambas versiones tienen emisores calificados, el cronista le da crédito a la segunda.


fuente: Wainfeld, Mario, Pagina/12 10/10/10


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