domingo, 24 de octubre de 2010

La semana política. Domingo 24/10/2010.

Bitácora del ciudadano de a pie.

El insoportable aprovechamiento político
del crimen de Mariano Ferreyra.



Esta semana que acaba de finalizar quedará signada por el crimen político. Una patota de formato demodé (¿patéticamente "clásica"?), a las órdenes de la derecha más ortodoxa del sindicalismo que, al decir de Juan Belén, está en lucha contra la "zurda loca de la Cuarta Internacional"; una patota formateada en la guerra fría, pues, salió ahora, en 2010, a cargarse un par de "zurdos de mierda." ¿A quién se le ocurrió esta remake de los setenta duros, ejecutada por una banda grotesca -aunque de todos modos letal- formada por barras bravas y otras yerbas de ésas que crecen a las veras del poder sindical ortodoxo? Nunca se sabrá, por supuesto. Aparecerá el ejecutor del crimen; tal vez el jefe de la avanzadilla; pero el nombre de quien ordenó Che, negro, mandá una barrita a reventar a los trotskos, eso no se sabrá jamás.

A ese anónimo e huidizo instigador, el folklore popular le pondrá nombre y apellido. Que podrán ser más de uno. Vos ves. Vo' ve'

La reacción unánime de las personas decentes, pertenezcan a la clase social que pertenezcan, militen donde militen, ha sido clamar por una resolución rápida y completa de este crimen. ¿Por qué? La razón es simple: si no se aborta rápidamente al monstruo que este crimen podría gestar, habrá más crímenes. El asesinato de Mariano Ferreyra ha sido y es aprovechado con eficacia mediática por la otra parte de la sociedad, o sea las personas sin decencia alguna. Al establishment que está rabioso por la persistencia de este gobierno que tanto los jode, este tipo de dramas le paga. Y le paga bien.

La muletilla mediática que imponen los crispados periodistas del sistema es simple: ¿Vieron? Así no se puede gobernar. Tanto confrontar, que al final se produce la violencia. No, no es un chiste. Así lo dijo, textualmente, joaquín morales solá, fanático y excesivo como pocos pendolistas tiene el sistema, escribió hoy: "A Mariano Ferreyra lo mataron las palabras de un país inútilmente fanático y excesivo." "las palabras siempre les abren las puertas a los hechos." (fuente: La Nación.)

¡Pero qué hijo de puta, por Dios! A Mariano Ferreyra lo mató una patota formateada en los primeros años de 1970, reencarnada ahora andá a saber por quién, aunque todos sabemos para qué. Entre otras cosas, para que los hijos de puta escriban que la culpa de la muerte de Ferreyra es del gobierno nacional. Vilma Ripoll, Carlos Altamira y Joaquin Morales Solá, un sólo corazón.

¡Qué hijos de puta, por Dios!

No se me altere nadie con lo de "hijos de puta". Es una expresión castiza, elocuente y enfática. No alude a las madres de ninguno de estos personajes, señoras a las que no conozco ni deseo conocer. Por las dudas, ¿vistes?. Si no te gustan las expresiones que uso, mandá un enter y seguí tu camino. Hijo de puta. Acepción uno del DRAE: mala persona.

Malas personas. Mala gente. Mala entraña. Mucho más, por supuesto, que el pobre infeliz que gatilló al arma al tumulto.

Carlos Altamira, en entrevista con Gerardo Rozín dijo que Ferreyra vivió como quiso y que su corta vida fue más rica que la de cualquier cuatro de copas centenario. ¡Qué paradoja! El científico Altamira repitiendo lugares comunes, y de los más pelotudos. ¡Forro: el asesinato de un chico de veintitrés años es un drama personal, una pérdida incalculable! Pero claro, Altamira sigue a Marx quien, como Schpenhauer a su modo y otros en otros diversos modos, definen la muerte del individuo como la reafirmación de la especie. Ferreyra murió para que vivan los Ferreyra. Todo bien, muy filosófico. Pero andá a contárselo a los afectos de Mariano Ferreyra, ¡gil!

Alguien dijo una vez, no recuerdo quién aunque tengo conciencia de que fue un notable de las letras, que la izquierda carece de ternura. Un poco de razón tiene el inventor de ese dictamen.

La culpa la tiene la presidenta, repetían los militantes de base apretados por las cámaras. Lo mismo que Vilma Ripoll y Joaquin Morales Solá. Eso sí, no deja nunca de producirse la enfermera cuando va a lo de Mirtha Legrand.


El Honorable Conrgreso de la Nación Argentina.

En el escenario parlamentario, la Caterva sigue su accionar palorruedístico. Esta vez con variantes grotescas: Proyecto Sur se suma a un proyecto, sale el dictamen favorable y luego Fernando Solanas sale a decir que lo madrugó el oficialismo. No sé lo que firmé. Era lo único que le faltaba a la Caterva. Ya saldrá Victoria Donda a dar las explicaciones del caso.

El diputado Alfonsín protagonizó un episodio de iracundia con un movilero de 678. Rasgos autoritarios, mal manejo de la ironía. Puntos para abajo. Hablando de iracundos, Elisa Carrió está desaparecida de la vida pública en estos días. ¡Uh, Dios, cuándo vuelva!... La diputada Silvana Giúdice me sigue pareciendo tierna, qué quieren que les diga. Es tan formalita que ni siquiera tiene un twitter.

El honorable Congreso de la Nación Argentina me aburre. Espero que en las elecciones del año próximo se pueda revertir la correlación de fuerzas que existe hoy, la que no conduce a nada más que al palorruedismo crónico.

Chau, hasta el próximo domingo.

Alfredo Arri

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