jueves, 12 de agosto de 2010

¿Qué es un Magnetto?

Medios. Latinoamérica.

Héctor Magnetto
o el descubrimiento
del agujero del mate.



Muchos argentinos recién se desayunan de que los medios masivos de comunicación son la plataforma ideológica de los grupos económicos de poder concentrado. Que los llamados diarios hegemónicos no son otra cosa que la forma de la propaganda destinada a mantener sus beneficios económicos. Que cuando un Héctor Magnetto reúne en su casa a políticos más o menos díscolos, más o menos obedientes, es con el fin de disciplinarlos en beneficio propio. Que, como consecuencia de todo esto, los empresarios mediaticos se cagan olímpicamente en la verdad informativa, en la libertad de expresión y en el derecho a la información.

Quienes venimos denunciando desde hace años este piscopateo de masas que ejercitan los medios masivos de comunicación insistimos, también, que este es un fenómeno universal. Que se da en todas partes, bajo idénticas formas y con idénticos propósitos.

Una prueba de ello es un artículo que con la firma de Fernando Buen Abad Domíngues Santos reproduce hoy Rebelión y un enlace al cual dejo aquí, al final de la cita. De ese texto reproduzco aquí los dos primeros párrafos, cuya lectura dará inmediato deseo al lector de recordar dos lugares comunes del lenguaje coloquial: Uno: En todos lados se cuecen habas; y, dos, cualquier parecido con la realidad [no] es pura coincidencia.

Leemos en los dos párrafos del mencionado artículo:

Nada expresa mejor las ambiciones de poder, incubadas por los monopolios mediáticos burgueses, que “acomodar” en los cargos públicos a sus cachorros. Es ya un lugar común, en las ensoñaciones de protagonismo que abrazan los empresarios mediáticos, convertirse en “políticos” capaces de reunir en sus oficinas (y rentablemente) lo que ellos entienden por gerencia de lo político y gerencia de la farándula. Anhelan gobernar una pasarela del poder que borre las fronteras entre lo público y lo privado para que todo sea negocio. Esa lógica gerencial neoliberal es, por ejemplo, la que reina en la empresa Editorial El Tiempo de Colombia (CEET) en la que sus dueños estarán de plácemes porque antes eran parte del gobierno y ahora el gobierno es parte de ellos.

Juan Manuel Santos es miembro de un grupo mediático que ha aumentado su fortuna varias veces gracias a sus vínculos con el gobierno de Colombia y ahora aumenta su poder político gracias a ser miembro de una empresa mediática servil a los negociados mutuos. El paraíso terrenal neoliberal. Eso implica un negociado de dominación impune en la generación de opinión y la información involucrado en más de un episodio de autoritarismo, manipulación y engaño… usando medios y humillando a trabajadores… ahora su tendencia acelerada será la consolidación de un solo discurso que le sirva como negocio personal para reproducir la voz de sus jefes en Washington.

fuente: Rebelión. Fernando Buen Abad Domínguez: Santos y el huevo de la serpiente mass media.


Como puede ver, amigo lector, quienes descubren ahora que los empresarios mediáticos están dispuestos a servirse de toda su parafernalia piscopateadora para lograr que sus beneficios económicos se multipliquen hasta el infinito y que nunca sean cuestionados; quienes descubren esto ahora, decía, han descubierto el agujero del mate.


Alfredo Arri.

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