domingo, 4 de julio de 2010

¿Está usted seguro, señor Sirvén?

Apostillas. Lengua a la boludeta. Televisión. Crítica de medios.

Pablo Sirvén en la defensa cerrada
de la señora Mirtha Legrand.

En su nota de hoy en La Nación, el periodista de espectáculos Pablo Sirvén denuncia lo que él llama una caza de brujas porque se han alzado voces de repudio a Mirtha Legrand a partir de las declaraciones de ésta en las que confesó, tardíamente, que había hecho gestiones ante los militares en el poder durante la dictadura por una sobrina y el compañero de ésta, a la sazón detenidos desaparecidos. Gracias a la intervención de la actriz, su sobrina pudo ser rescatada de las mazmorras. No así su compañero, quien permanece desaparecido aún. La anécdota es archiconocida.

Como es moda en la sacrosanta derecha mediática, no se puede criticar a ninguna de las vacas sagradas, ni del periodismo, ni del espectáculo, porque eso es considerado ataques a la libertad de prensa. Es más: el periodista habla de "insultos en la red", pasando por alto que el diario para el que labora posee en los sótanos de su versión online una riquísima colección de insultos, muchos de ellos de una obscenidad brutal, dirigidos no solo al ex presidente Néstor Kirchner y a la Presidenta Cristina Fernández, sino a una inmensa lista de personas de diversa ocupación y trascendencia pública, tales como Estela Carlotto, Hebe de Bonafini, Norberto Oyarbide, Diego Maradona y tantísimos otros que no son del agrado de los lectores del diario derechoso.

Pero, lo que me produjo la necesidad de meter este post es este párrafo de la nota de Sirvén:

Censura real (a Mirtha Legrand) sufrió en dos ocasiones: una de índole privada, cuando Alejandro Romay la eyectó de Canal 9 en 1972 porque la diva hablaba de política al aire y el "zar" no quería y la otra, en 1974, cuando Isabel Perón la echó de Canal 13 por preguntarles a sus invitados Soledad Silveyra y Antonio Gasalla: "Pero ¿sólo trabajan los peronistas?".

fuente: La Nación.

¿Está usted seguro, señor Sirvén, que Alejandro Romay, eyectó de canal 9 a Mirtha Legrand porque hablaba de política?

Este blogger, que es memorioso, tiene para sí otra versión: Romay y Legrand se enemistaron porque no hubo acuerdo entre el propietario del canal y la diva por el reparto de la facturación de la publicidad encubierta, que es el alma comercial del programa. Tanto recuerdo esto que aún tengo presente el "almuerzo de reconcialiación" entre Romay y Legrand cuando ésta volvió a salir al aire en canal 9. El primer almuerzo, con Romay como único invitado, provocó que éste comentara socarronamente ni bien salieron al aire. "¿Que comemos hoy, chivito?"

En fin. Cosas de viejo con la mala costumbre ésa de tener memoria para las pavadas.

Tal vez el señor Sirvén no lo sepa, pero entre la negrada cunde la creencia generalizada que cada parapsicólogo -vamos a generalizar por este lado- que se sienta al living de la señora Legrand (o en el escritorio de muchos otros programas) lo hace porque ha pagado la tarifa para promover su libro. O su espectáculo; o su "tratamiento"; o lo que sea. Es más: los negros creemos, de puros ignorantes que somos, que muchas de esas vacas sagradas de la tele viven de eso más que de su caché, es decir, de los infinitos curros que se enancan sobre la pobre inocencia de la gente.

Sí, ya sé. Todo eso es mentira. Embelecos fraguados entre los pobres. Mitos urbanos. Pero bueno, los negros somos así, ¿vio? Somos mal pensados.

Aysss!


o0o

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